31 enero, 2011
El 24 de enero, los sindicalistas del IGBCE y Verdi declararon una huelga de advertencia de cuatro horas en diferentes partes de Alemania para protestar contra el atraso en el pago de sueldos justos por parte de RWE. Estas huelgas se produjeron un día antes de la sexta ronda de las negociaciones salariales de 2010 en Dortmund, la última oportunidad para que el RWE ofreciera un aumento salarial equitativo antes de votar por la huelga.
En momentos en que existe gran resentimiento entre los trabajadores del RWE, los administradores principales de la importante empresa europea de servicios esenciales se encuentran en una situación clave con su fuerza de trabajo que, en Alemania, cuenta con 26.000 trabajadores.
Las huelgas de advertencia que se realizaron la semana pasada comprobaron que está muy extendido y fuerte el descontento en RWE. Decenas de funcionarios locales y miles de trabajadores del RWE realizaron asambleas de mucha notoriedad patrocinadas por los sindicatos, que comunicaban todas el mismo mensaje: que los trabajadores contribuirán al éxito económico de la empresa, pero que quieren participación justa y plena para crear ese éxito.
Se realizaron vigorosas manifestaciones en muchas centrales eléctricas y de gas y otros lugares de trabajo del RWE, incluyendo las minas de lignita de RWE Power situadas en Garzweiler, Hamach, e Inden. Las plantas alimentadas por carbón situadas en Niederaussem y Weisweiler también manifestaron elocuente apoyo para nuevas huelgas. Los trabajadores de la energía nuclear de RWE en Biblis, Emsland, y Gundremminger declararon la huelga, y los trabajadores del gas de Emsland y Gersteinwerk participaron también
En una declaración, el IGBCE exhortaba a RWE para que hiciera una oferta salarial aceptable. El sindicato afiliado de la ICEM señaló que la huelga de advertencia era necesaria para aumentar la presión contra RWE en la mesa de negociaciones. Una huelga completa e indefinida también aumentaría la presión que se ejerce sobre los más importante clientes industriales de RWE en Alemania.
Lo más asombroso es que RWE haya retirado su oferta de aumentar el salario en un 2,9%, en condiciones en que el IGBCE y Verdi exigían un 6,5%. En su lugar, la empresa energética propuso un 2,4%. Sin embargo, los sueldos no son el único problema. RWE tampoco ha respondido a las exigencias de los trabajadores respecto a seguridad de los puestos de trabajo y para que se termine de aumentar la jornada de trabajo.