15 febrero, 2017El 14 de febrero se realizó en Rustavi (Georgia) una manifestación de solidaridad internacional con los trabajadores/as de la planta química Rustavi Azot y el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos, Mineros y de la Industria Química de Georgia (TUMMCIWG).
La mencionada manifestación se llevó a cabo con la pancarta de IndustriALL Global Union para protestar por el despido de 350 trabajadores y trabajadoras de la mencionada planta. Participaron representantes de organizaciones afiliadas de Armenia, Bielorrusia y Kirguistán; TUMMCIWG también recibió cartas de apoyo de sindicatos de Moldavia, Rusia y Ucrania.
Gocha Aleksandriya, Vicepresidente de la Confederación de Sindicatos de Georgia, dio a conocer a los manifestantes las medidas que habían tomado los sindicatos para resolver el conflicto. Dijo que el gobierno no había hecho caso a la violación de la legislación por parte de la compañía, y que el propietario, Efrem Urumashvili, estaba haciendo una campaña de presión a las autoridades.
Tamaz Dolaberidze, Presidente del TUMMCIWG, leyó las cartas de solidaridad de los afiliados de IndustriALL e informó sobre los resultados de una investigación realizada por los medios de comunicación sobre violaciones a los procedimientos de venta en Rustavi Azot.
Vadim Borisov, Secretario Regional de IndustriALL, declaró que Georgia había firmado recientemente un acuerdo de asociación con la Unión Europea, explicando lo siguiente:
“Esta conducta empresarial socialmente irresponsable es totalmente inaceptable porque socava los valores básicos de la Carta Social Europea y viola los Convenios 87 y 98 de la OIT”.
Gennady Fedynich, Presidente del Sindicato de Trabajadores del Sector de Radio y Electrónica de Bielorrusia, advirtió sobre el peligro que implican los contratos de trabajo a corto plazo:
“Este sistema está muy extendido en Bielorrusia, y de hecho constituye un verdadero sistema de esclavitud en el siglo XXI, porque los trabajadores y trabajadoras dependen completamente de los caprichos de los empleadores”.
Eduard Pahlevanyan, Presidente de una Seccional de la Organización Sindical de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Joyeros de la República de Armenia, y Taalajbek Kudusov, miembro del Presidium del Sindicato de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos de Kirguistán, también manifestaron su apoyo a las reivindicaciones de los trabajadores/as de Georgia.
Tamaz Dolaberidze intentó entrar en las instalaciones de la empresa, pero le impidieron el acceso a la planta.
Gracias a la acción sindical, la empresa anuló un plan de despido de otros 350 empleados. Además, aumentó de tres a cuatro meses las prestaciones sociales para los 350 empleados que ya habían sido despedidos. Sin embargo, la empresa no tomó en cuenta las principales reivindicaciones del sindicato, es decir:
- Que se prolongara el convenio colectivo que se había firmado anteriormente;
- La eliminación del sistema de contratos de trabajo por un año que se habían introducido para reemplazar a los contratos permanentes que se tenía anteriormente;
- Que los nuevos contratos sean firmados en presencia de un representante sindical.
El propietario de la empresa declaró a través del Ministerio de Trabajo que no concedería ninguna otra petición.
Al parecer, la compañía no quiere enfrentar al sindicato. Los representantes sindicales no han podido encontrar una dirección legal para enviar cartas oficiales. La administración no acepta cartas en la oficina del director, señalando que ésa no es la dirección registrada de ninguna compañía.
Lo más probable es que el sindicato tenga que recurrir a los tribunales para comunicarse formalmente con la empresa. Las autoridades, que actúan como intermediarios, parecen apoyar extraoficialmente al empleador.
El propietario afirma que los despidos masivos se deben al alto precio del gas natural que ha hecho que la producción no sea rentable. En lugar de realizar negociaciones con el gobierno sobre posibles incentivos fiscales para conservar puestos de trabajo, el propietario y las autoridades decidieron resolver el problema de la manera más cómoda, despidiendo a los trabajadores/as y trasladando el peso del problema a ellos y a sus familias.
Por su parte, Kemal Özkan, Secretario General Adjunto de IndustriALL, señaló:
“Entendemos los problemas económicos que enfrenta la empresa, pero es inaceptable que abandone el diálogo social, ignorando al sindicato que tiene como objetivo la resolución conjunta de problemas. Nuestro afiliado en Georgia luchará para encaminar la resolución del conflicto de manera civilizada. IndustriALL lo apoyará en esta labor”.