23 mayo, 2023En un reciente informe, IndustriALL y la OIT describen las violaciones de los derechos laborales cometidas en la central nuclear de Zaporiyia y en la ciudad de Enerhodar, mientras continúa la guerra de Rusia contra Ucrania.
Luego de recopilar información de los sindicatos afiliados en Ucrania y de los informes del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la Agencia para la Energía Nuclear de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y la Inspección Estatal de Reglamentación Nuclear de Ucrania, el documento demuestra inequívocamente que los derechos laborales fundamentales de las trabajadores y trabajadoras ucranianos en las áreas temporalmente ocupadas por la Federación Rusa sufren ataques frecuentes y reiterados.
“Si bien sabemos, más de un año después de la invasión, que el pueblo de Ucrania está sufriendo, este informe demuestra hasta qué punto los trabajadores están pagando por esta ocupación sin sentido con sus derechos fundamentales”,
afirmó Kemal Özkan, secretario general adjunto de IndustriALL.
Antes de la ocupación, había 12.000 trabajadores y trabajadoras en la central nuclear de Zaporiyia y en la ciudad de Enerhodar. 11.000 de ellos eran miembros del sindicato presente en la central, una cifra que hoy ha disminuido a alrededor de 1200.
Muchos lograron escapar antes de que la central nuclear de Zaporiyia fuera ocupada. Quienes todavía trabajan allí se han visto obligados a firmar contratos de trabajo con la corporación estatal rusa de energía atómica, Rosatom, y a afiliarse a sindicatos creados o controlados por las fuerzas de ocupación, una violación flagrante del derecho a la libertad sindical.
Según Atomprofspilka, un afiliado de IndustriALL, algunos trabajadores se han visto obligados a ir a trabajar y han sido escoltados a la planta nuclear de Zaporiyia a punta de pistola.
Los trabajadores han sido amenazados para firmar contratos con las fuerzas de ocupación. Aunque algunos fueron detenidos, mientras sus hogares eran registrados y sus familias amenazadas, menos del cinco por ciento accedieron a firmar estos contratos de trabajo; el resto permaneció leal a la empresa de energía ucraniana.
Rusia ha convertido la central nuclear de Zaporiyia en una base militar. Las fuerzas de ocupación no respetan las normas de protección contra incendios ni otros procedimientos de seguridad en las instalaciones sobre las que han tomado el control.
Un informe reciente del OIEA sobre seguridad nuclear y salvaguardias en Ucrania confirmó que, en el último año, varias de las cinco centrales nucleares y otras instalaciones del país han sido bombardeadas de forma directa.
Según informa Atomprofspilka, los trabajadores enviados a reparar la infraestructura energética dañada están poniendo en riesgo su vida, ya que la Federación Rusa está bombardeando deliberadamente líneas eléctricas y estaciones transformadoras.
Los trabajadores informan que las fuerzas de ocupación han robado vehículos, computadoras, equipos médicos y otros insumos, y que las cadenas de suministro de nuevos equipos y piezas de repuesto se han visto enormemente afectadas. Como resultado, el personal ya no tiene acceso a los equipos de protección personal que necesitan para sobrevivir.
Matov Valeriy, vicepresidente de IndustriALL para el sector nuclear y presidente de Atomprofspilka, expresó:
“Agradecemos a IndustriALL y a la OIT por llamar la atención del mundo sobre este tema. Esperamos que las consecuencias más graves de las actividades de las fuerzas de ocupación rusas queden plenamente expuestas después de la desocupación”.