2 octubre, 2019Tras una ocupación de nueve semanas por parte de sus trabajadores, el astillero Harland and Wolff, de Belfast, fue adquirido por una empresa británica. Esto lo salvó del cierre y garantiza el futuro de los empleados.
Harland and Wolff, el astillero de Irlanda del Norte que construyó el Titanic, se salvó gracias a la inversión y a un programa de trabajo a seguir para el futuro a manos de la empresa InfraStrata, del Reino Unido.
El 6 de agosto, luego de que su empresa matriz noruega colapsara, Harland and Wolff entró en administración concursal, lo que puso en riesgo 120 puestos de trabajo. Como forma de evitar que los especuladores y liquidadores de activos se apropiaran del astillero, los trabajadores lo ocuparon durante nueve semanas.
Aunque técnicamente los trabajadores aún están empleados, estos no han recibido remuneración por varias semanas. Unite the Union y GMB, organizaciones afiliadas a IndustriALL, aseguraron el mantenimiento de los contratos laborales y se espera que los trabajadores retomen sus actividades en los próximos días.
El secretario general de IndustriALL, Valter Sanches, expresó:
“Los trabajadores del astillero lucharon por salvar sus empleos y lograron un triunfo histórico.
Durante su lucha, IndustriALL expresó públicamente su pleno apoyo y solidaridad con ellos, y ahora los felicitamos y celebramos esta demostración de lo que los trabajadores organizados pueden lograr”.