17 junio, 2019El USW Métallos en Canadá ha presentado una queja ante la Organización Internacional del Trabajo. Durante 17 meses, 1.000 miembros del sindicato en Bécancour, Quebec, han sido víctimas de un cierre patronal en la planta de Alcoa que se inició después de que la empresa se negara a realizar negociaciones colectivas.
La queja del USW se debe a la interferencia del primer ministro de Quebec, François Legault, en las negociaciones durante el cierre patronal de 17 meses en la fundición de aluminio en Bécancour, propiedad de las enormes empresas de producción de aluminio, Alcoa y Rio Tinto.
Alain Croteau, dirigente de los Steelworkers en Quebec, afirmó: “Con sus declaraciones destinadas a desacreditar el planteamiento del sindicato al calificarlo repetidamente como "injustificado", el primer ministro dio su pleno apoyo a la posición empresarial en estas negociaciones con el sector privado. Esto es contrario al derecho internacional y le pedimos a la OIT que se encargue del caso”.
La queja del sindicato cita violaciones de los Convenios de la OIT sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, la Declaración sobre los principios y derechos fundamentales en el trabajo y la Declaración tripartita de principios sobre las empresas multinacionales y la política social, citando por lo menos nueve declaraciones públicas del primer ministro entre el 1o de abril y el 3 de junio.
Por su parte, Clément Masse, presidente del sindicato local 9700 del USW, señaló: “Al dar su respaldo al empleador, presionando indebidamente a los trabajadores y trabajadoras a través de la opinión pública, el primer ministro ha socavado los procesos de negociación y mediación. Esta interferencia del primer ministro pone en duda la objetividad del gobierno con relación al caso, precisamente en momentos en que el Ministro del Trabajo presentaba una propuesta de acuerdo y el sindicato solicita la cooperación de las autoridades para hacer cumplir la legislación contra el uso de esquiroles”.
Alcoa y Rio Tinto comenzaron el cierre patronal en ABI el 11 de enero del año pasado, a pesar de que el sindicato había señalado que no tenía la intención de ejercer su derecho de huelga y que solo quedaban algunas cuestiones pendientes en las negociaciones. Posteriormente, la parte patronal ha agregado varias nuevas exigencias, lo que reduce aún más la posibilidad de llegar a un acuerdo. El 11 de marzo, el 82% de los miembros del sindicato rechazaron una oferta del empleador que era inferior a la que se había propuesto antes de que se impusiera el cierre patronal.
Por otro lado, Matthias Hartwich, director de IndustriALL para el sector de metales comunes, puntualizó: “IndustriALL Global Union considera inaceptable que los políticos interfieran de manera tan parcial en las negociaciones con los interlocutores sociales. Constituye una grave amenaza para la libertad de sindicación y el derecho a la negociación colectiva.
“Los trabajadores y trabajadoras participan en las elecciones y tienen derecho a ser respetados por los políticos y los gobiernos. Apoyamos plenamente la preocupación de nuestro afiliado por este desequilibrio de juicio en el manejo de las relaciones laborales, que conlleva una pérdida de confianza en los políticos”.