18 noviembre, 2020El gobierno chino sigue reteniendo a miembros del grupo minoritario uigur en campos de trabajos forzados. Los bienes producidos por estos trabajadores esclavizados, en particular el algodón, están ingresando a las cadenas de suministro mundiales.
La región uigur de China, que ha tenido una mayoría musulmana túrcica durante siglos, produce el 20 por ciento del algodón del mundo. China cambió el nombre de la región a Xinjiang, que significa “Nueva Frontera”, y está suprimiendo a la población local y fomentando la migración desde otras regiones.
El gobierno chino ha tomado medidas drásticas para restringir la tasa de natalidad uigur y está tratando de erradicar el idioma y las tradiciones de este grupo. Más de un millón de personas por año han sido detenidas en campos de trabajos forzados.
IndustriALL Global Union ha ratificado el Llamado a la acción mundial para poner fin al trabajo forzoso uigur. El Llamado exige que las marcas líderes y los minoristas se aseguren de que no están apoyando el trabajo forzoso en la región Uigur ni beneficiándose de este.
IndustriALL está manteniendo la presión sobre las principales empresas multinacionales, particularmente aquellas que han firmado acuerdos marco globales (AMG). Cuando las empresas firman AMG, se comprometen a asegurar estándares dignos en sus cadenas de suministro, con sistemas de supervisión puestos en marcha para garantizar el cumplimiento.
Algunas multinacionales, incluida H&M, que tiene un AMG con IndustriALL, han cortado los lazos con todos los proveedores de la región. Otras, que incluyen a Volkswagen, se han negado, como lo señala un artículo de la BBC sumamente crítico.
IndustriALL anteriormente suspendió su AMG con Volkswagen, luego de que la empresa violara los términos del acuerdo al permitir que se produjera represión sindical en su planta en Chattanooga, EUA.
La investigación realizada por IndustriALL y los comités de supervisión ha confirmado que ninguna de las marcas que han firmado AMG con IndustriALL mantiene vínculos con la producción en la región de Xinjiang. Sin embargo, las cadenas de suministro mundiales se han vuelto tan extensas y complejas que es muy difícil realizar una auditoría completamente confiable.
Las marcas de moda mundiales encargan prendas confeccionadas a fábricas de Bangladesh, Pakistán, Camboya, Myanmar y muchos otros países de la región. Estas fábricas realizan pedidos de telas a fábricas textiles, que hacen pedidos de algodón a proveedores a granel. Los proveedores de algodón, a su vez, compran y agregan algodón de muchas fuentes diferentes. Debido a que los marcos legales mundiales que rigen las cadenas de suministro aún son débiles, es posible que no se detecte el fraude en la cadena de suministro y que los proveedores oculten los orígenes del algodón.
El secretario general de IndustriALL, Valter Sanches, expresó:
“Es terrible que, en el siglo XXI, el capital mundial todavía se beneficie del trabajo esclavo en diferentes áreas comerciales, incluidos los campos de algodón. Dada la urgencia de la situación, a corto plazo es vital que todas las empresas globales tomen en cuenta el Llamado a la acción, mapeen sus cadenas de suministro y rompan cualquier relación que tengan con la región de Xinjiang en China, ya sea que haya pruebas de trabajo forzoso o no”.
“Pero esta es solo una solución a corto plazo. A largo plazo, necesitamos una legislación internacional coherente sobre las cadenas de suministro, tal como el tratado vinculante sobre empresas y derechos humanos de la ONU, que se está negociando actualmente”.
“También necesitamos sistemas de cumplimiento que reúnan a todos los actores del proceso de producción y distribución para negociar una mejor forma de hacer negocios. Esto incluye a las marcas mundiales, los sindicatos mundiales, los gobiernos nacionales, las asociaciones nacionales de empleadores y los sindicatos locales”.