10 enero, 2018Los sindicatos mundiales y nacionales que representan la fuerza de trabajo de LafargeHolcim en todo el mundo manifestaron indignación por la decisión unilateral de la empresa de dar marcha atrás a la firma de un Acuerdo Marco Global cuyo propósito era desarrollar relaciones laborales positivas en todas las operaciones de la compañía.
La empresa no ofreció ninguna explicación respecto a su cambio radical ante su compromiso de firmar un Acuerdo Marco Global, que se había dado a conocer y fue aprobado en la junta anual de accionistas de 2017. LafargeHolcim simplemente informó que el cambio de la estrategia comercial de la empresa se decidió después de la llegada de un nuevo Director General, quien señaló que las políticas internas que existen actualmente satisfacen los requisitos de la compañía, sin necesidad de agregar nada más.
El Acuerdo Marco Global en cuestión se iba a firmar en una reunión en la sede de la Organización Internacional del Trabajo en Ginebra, Suiza, el 10 de enero de 2018, que iba a ser presidida por el Director General de la OIT. En julio de 2017, la máxima dirección de LafargeHolcim, junto con IndustriALL Global Union y la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM), se había suscrito a un Memorando de Entendimiento, comprometiéndose a firmar el Acuerdo.
Sin embargo, el 22 de diciembre, la empresa tomó la decisión de no firmar el acuerdo global, a pesar de que las condiciones de salud y seguridad de esa compañía son las peores del sector.
En una reunión de emergencia de IndustriALL Global Union y la ICM, junto con la Federación Europea de Trabajadores de la Construcción y la Madera (FETCM), el Comité de Empresa Europeo (CEE) y sindicatos nacionales, se redactó una enérgica declaración en la que manifiestan su indignación e ira contra LafargeHolcim por haber dado marcha atrás en cuanto a la decisión conjunta de establecer una estructura de diálogo social mundial en el grupo. La mencionada reunión se realizó en Ginebra, el 9 de enero.
Los sindicatos nacionales, europeos y mundiales consideran que LafargeHolcim debería reconsiderar su actitud negativa y hacer lo siguiente:
- Volver a estudiar relaciones laborales justas y el diálogo social, y firmar el Acuerdo Marco Global con los sindicatos mundiales IndustriALL y la ICM;
- Poner fin al abuso contra trabajadores/as subcontratados y externalizados en la empresa;
- Cumplir sus propias promesas sobre la participación de la fuerza de trabajo y sus representantes, con el fin de mejorar la salud y seguridad laboral, evitando lesiones graves y accidentes fatales en LafargeHolcim.
Valter Sanches, Secretario General de IndustriALL, hizo el siguiente comentario sobre el incumplimiento de esta nueva promesa de LafargeHolcim:
“Esta reciente decisión de incumplir el acuerdo sobre el desarrollo de un diálogo social daña aún más la credibilidad de esta empresa. Creemos firmemente que los accionistas, la junta directiva, y todos los que toman decisiones en LafargeHolcim deberían pensar cuidadosamente sobre el futuro que le espera a la empresa si continúa con estas políticas tan negativas, lo cual constituiría un gran obstáculo, impidiendo que la compañía vuelva a una buena trayectoria”.
Por su lado, Ambet Yuson, Secretario General de la ICM, señaló:
“LafargeHolcim debe mejorar su conducta. El cemento es una industria peligrosa, pero aumenta el peligro de accidentes y de mala salud debido al abuso de la práctica de subcontratación por la cual la empresa se niega a asumir la responsabilidad por las malas condiciones de trabajo. Los sindicatos tienen capacidad para ayudar a la empresa, pero la compañía debería estar dispuesta a cambiar sus políticas de empleo y prácticas laborales diseñadas a explotar a su personal”.
Sam Hägglund, Secretario General de la FETCM, agregó lo siguiente:
“Los sindicatos europeos se hallan indignados por la decisión de LafargeHolcim de incumplir su palabra. Después de que firmamos un sólido Acuerdo del Comité de Empresa Europeo en la primavera de 2017, esperábamos que LafargeHolcim se convirtiera en un punto de referencia ejemplar en cuanto al diálogo social. Ahora se ve que este enfoque está en peligro. Esta es una mala señal para el futuro de todos los trabajadores y trabajadoras y otras partes interesadas de este grupo”.