21 octubre, 2015Una huelga de guardas de seguridad en la mina de Rio Tinto en Madagascar muestra un problema global: la excesiva dependencia de la empresa de los trabajadores precarios y la no asunción de responsabilidad respecto a ellos.
Más de 100 trabajadores encargados de la seguridad en la mina de ilmenita de QMM de Rio tinto en Madagascar se declararon en huelga el domingo. Protestan por el despido de dos guardas que son líderes de la FISEMA, el afiliado a la IndustriALL. También exigen que se despida a un director que se afirma abusa verbalmente de los trabajadores y sus familias de forma habitual.
Los guardas, empleados por el subcontratista de Rio Tinto Pro’Tech Security, son tratados de mala manera, lo mismo que otros empleados precarios indirectos de Rio Tinto en la mina.
“Los guardas de seguridad, los empleados del servicio de comidas, los limpiadores y los conductores subcontratados de Rio Tinto en su mina de Madagascar cobran salarios de miseria y no tienen seguridad de empleo”, declaró Eugène Chretien, secretario general de la FISEMA para la región de Anosy.
“En tanto que los empleados directos de Rio Tinto tienen un comedor y un dispensario decentes, los empleados subcontratados deben comer al aire libre en ambientes polvorientos y son tratados en un dispensario inferior. Además, su equipo de protección personal no se sustituye siempre con arreglo a las normas de seguridad. Esto es especialmente preocupante, en vista del accidente mortal de enero en la mina”, agregó Chretien.
La FISEMA solicitó recientemente una reunión con Rio Tinto para discutir cómo mejorar el trato dispensado a los empleados indirectos de Rio Tinto en Madagascar, pero la empresa se negó.
El excesivo uso por Rio Tinto de empleados precarios indirectos en todo el mundo dio lugar a una protesta global a comienzos de este mes.
Los sindicatos en Rio Tinto organizaron un día de acción mundial el 7 de octubre exigiendo empleos buenos y seguros en lugar de trabajo precario.
En Islandia, el sindicato de VM celebró una manifestación ante la fundición de aluminio de Rio Tinto para protestar contra la amenaza de la empresa de cerrar la fundición si el sindicato no accedía a un aumento masivo de la subcontratación de trabajadores peor remunerados.
En Namibia, el sindicato MUN se manifestó y entregó a la dirección de la mina de uranio Rossing de Rio Tinto una petición exigiendo el fin de la explotación por los contratistas. Esto incluye el pago por algunos subcontratistas de sólo la séptima parte a los trabajadores precarios que a los trabajadores regulares, además de obligarles a trabajar más horas con menos seguridad en el empleo, y represalias a los miembros sindicales.
Los sindicatos que representan a los trabajadores en Rio Tinto en catorce países enviaron una carta al director ejecutivo de Rio Tinto el 7 de octubre ofreciéndose a colaborar con la empresa para abordar esos problemas.
“La huelga de los guardas de seguridad en Rio Tinto en Madagascar es el síntoma de un problema global que requiere una solución global”, dijo el secretario general adjunto de la IndustriALL Kemal Özkan. “Esperamos que Rio Tinto responda positivamente a la oferta de los sindicatos de trabajar para llegar a esa solución.”