2 junio, 2021Dado que la gigante petrolera no está cumpliendo con su deber de debida diligencia en la lucha contra el cambio climático, un tribunal holandés dictaminó que Shell debe acelerar la reducción de las emisiones de carbono en un 45 por ciento para 2030, en comparación con los niveles de 2019. Anunciado el 26 de mayo, el fallo no solo se aplica a Shell, sino también a sus proveedores y clientes.
Este notable avance hacia la responsabilización de las corporaciones se produjo después de que grupos de activistas presentaran una demanda en abril de 2019 en nombre de más de 17.000 ciudadanos holandeses, alegando que la inversión continua de Shell en combustibles fósiles representa una amenaza para los derechos humanos. El tribunal decidió que “la política climática de Shell no es concreta y está llena de condiciones (…) lo cual no es suficiente”, y ordenó a la empresa reducir las emisiones de carbono en un asombroso 45 por ciento para 2030.
Este fallo sienta un precedente importante, ya que allana el camino para iniciar acciones legales relativas al cambio climático contra otras empresas del sector energético, como Total, BP, Exxon o Chevron, lo que las obliga a ir más allá en el desarrollo y la implementación de sus planes de reducción de emisiones.
Shell declaró que apelará el fallo y que se ha fijado el objetivo de convertirse en una empresa neutra en carbono para 2050.
Sin embargo, en una entrevista reciente sobre sus objetivos en materia de energía limpia, el director ejecutivo de Shell, Ben Van Beurden, afirmó que la empresa se enfoca en el lado de la demanda, y manifestó que tiene esperanzas de que la demanda de petróleo y gas se mantenga durante mucho tiempo. Entonces, mientras persista la demanda de estos recursos, Shell continuará perforando, lo que hace que sus compromisos sean poco convincentes.
Valter Sanches, el secretario general de IndustriALL Global Union, expresó:
“Shell no ha cumplido con su responsabilidad de debida diligencia de conformidad con la ley holandesa, ya que sus políticas y emisiones contribuyen a un peligroso cambio climático. Esperamos y exigimos que este fallo obligue a Shell y otras empresas petroleras a desarrollar planes reales para reducir sus emisiones de carbono e invertir en energía y productos verdes acompañados de una Transición Justa socialmente aceptable. La transición debe realizarse en consulta con los trabajadores y sus sindicatos para lograr justicia en los lugares de trabajo y las comunidades”.
IndustriALL Global Union cuenta con una red sindical, en la que participan sus afiliados afectados, que ha impulsado campañas para exigir a Shell que aplique los mismos estándares de alto nivel en sus operaciones en todas partes, incluidos sus proveedores. No obstante, la empresa sigue siendo hostil a los sindicatos y se niega a comprometerse con ellos para limitar el trabajo precario y mejorar la salud y la seguridad a nivel mundial. Recientemente, en EE. UU., Shell decidió retirarse de la industria de refinación de forma repentina al vender la refinería Puget a HollyFrontier y la Deer Park a la petrolera estatal mexicana Pemex, aunque esta última siempre se presentó como una refinería insignia de Shell en el país. A partir de ello, ha surgido un riesgo considerable de que cientos de trabajadores se queden por el camino. Los empleados de esta refinería son miembros del USW, sindicato afiliado a IndustriALL.