1 diciembre, 2020El sindicato Unite the Union, afiliado a IndustriALL, denunció el plan de Caterpillar de recortar 700 empleos en su planta de Larne, Irlanda del Norte, y pidió al gobierno que desarrolle una estrategia industrial para el sector manufacturero.
Caterpillar, una fabricante multinacional estadounidense de equipos de construcción, ha anunciado que recortará 700 empleos de su fábrica ubicada en Larne, una ciudad portuaria cercana a Belfast, Irlanda del Norte. La pérdida de puestos de trabajo será un duro golpe para la capacidad de producción de la región y para la economía local en general, ya que Caterpillar posee una gran cadena de suministro en el área.
Los trabajadores que corren el riesgo de perder sus empleos tuvieron que permanecer en sus puestos durante el confinamiento por el coronavirus. Debido a que producen equipos, tales como generadores eléctricos, que son de vital importancia para el sector de salud y asistencia social en su lucha por salvar vidas y hacer frente a la pandemia, se los consideró trabajadores esenciales y, por ende, quedaron exentos de estas medidas.
Irlanda del Norte forma parte del Reino Unido y es administrada localmente a través del Ejecutivo de Irlanda del Norte en Stormont. El sector manufacturero de la región ha experimentado numerosas pérdidas de puestos de trabajo, así como una campaña de alto perfil que salvó el histórico astillero de Harland and Wolff a pesar de la falta de apoyo concreto de Stormont o del gobierno británico en Westminster.
Unite cree que la pérdida de empleo y capacidad de producción en Caterpillar socavará aún más la base industrial de la región. A su vez, afirma que Stormont debe desarrollar una estrategia para la manufactura en conjunto con los sindicatos y los representantes de las empresas.
Caterpillar posee alrededor de 3000 empleados en cuatro plantas en Irlanda del Norte. Los recortes en Larne se deben, en gran parte, a la externalización de la producción a lugares más baratos que no pertenecen a la UE, en una medida denunciada por Unite como “la codicia corporativa sin justificación moral o ética de una empresa que el año pasado reportó ganancias brutas superiores a los 17.000 millones de dólares”.
El secretario general de IndustriALL, Valter Sanches, en una carta al director ejecutivo de Caterpillar, escribió:
“IndustriALL Global Union exhorta a Caterpillar a reconsiderar su plan de externalizar la producción de Irlanda del Norte, Reino Unido, y a entablar un diálogo significativo con Unite the Union para desarrollar una estrategia común con el fin de mantener la capacidad de producción y evitar pérdidas de empleo en la fábrica de Larne”.
En 2011 se formó una red mundial de sindicatos de Caterpillar bajo la dirección del afiliado estadounidense United Autoworkers. La red abarca la mayoría de los países donde Caterpillar opera y los participantes están en contacto constantemente. Caterpillar ya ha atravesado una amplia reestructuración en los últimos años, en la que se recortaron miles de puestos de trabajo en todo el mundo, incluidos varios países europeos, Estados Unidos y Australia. La red se reunió en octubre, antes de que se anunciaran los recortes de Irlanda del Norte, y le escribió a la empresa en búsqueda de entablar un diálogo global. La red se ocupó inmediatamente del caso de Irlanda del Norte y advirtió a todos los sindicatos participantes de estos nuevos despidos.
Matthias Hartwich, el director del sector de ingeniería mecánica de IndustriALL, afirmó:
“Caterpillar se ha convertido en una de las peores y más codiciosas multinacionales, sin respeto por sus trabajadores y sin decencia. En su lugar, recortan empleos al tiempo que reciben ganancias y dividendos elevados. Es vergonzoso e inaceptable”.