25 octubre, 2012Desde agosto de 2012, trabajadores de Hercules Steel en Kutaisi (Georgia) han llevado a cabo una campaña de sindicación secreta, y el octubre propusieron a la dirección iniciar negociaciones.
Hercules Steel es una planta metalúrgica situada en Kutaisi (Georgia), conocida por sus políticas antisindicales. Sus trabajadores hicieron huelga en septiembre de 2011, que fue brutalmente reprimida por la policía y la dirección.
Sin embargo, el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos, Mineros y de la Industria Química de Georgia (TUMMCIWG), afiliado a la IndustriALL Global Union, no perdió nunca contacto con los trabajadores de Hercules Steel. Desde agosto de 2012 se ha realizado en la planta una campaña de sindicación secreta, y se ha reclutado a unos 40 nuevos miembros.
En octubre, los trabajadores de Hercules Steel decidieron iniciar negociaciones con la compañía. En una carta a la dirección, Tamaz Dolaberidze, presidente del TUMMCIWG, enumeró las demandas de los empleados de Hercules Steel:
- 20 por ciento de aumento de sueldo,
- reglas claras para calcular las horas de trabajo,
- proporcionar a los trabajadores todo el equipo necesario, y
- mejorar las condiciones de trabajo y los niveles de seguridad en la planta.
Como señala Dolaberidze, los trabajadores en Hercules Steel nunca saben cuántas horas de trabajo se cobran ni cómo se calculan sus sueldos al final de mes. Hay una constante escasez de uniformes, calzado especial y materiales de protección y apoyo.
La última actividad de sindicación en la planta ha estado sometida cada vez a más presión. A los trabajadores se les vigila constantemente. Al jefe de seguridad de Hercules Steel se le ha visto sentado durante horas en su automóvil privado a lo largo de la calle de la oficina de Kutaisi de la Confederación de Sindicatos de Georgia (GTUC).
Además, la dirección ha creado su propio sindicato amarillo y recluta trabajadores activamente (véase la imagen).
Hercules Steel emplea también a trabajadores de la India, que viven en condiciones aterradoras. A pesar de numerosas pruebas, un grupo especial gubernamental encargado de investigar las alegaciones de la GTUC de posible trabajo forzoso (no permitir a los trabajadores regresar a la India) no halló nada ilegal en la planta, y calificó de satisfactorias las condiciones de vida de los trabajadores indios.