13 agosto, 2020El Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudáfrica (NUMSA), afiliado a IndustriALL Global Union, denunció el incumplimiento de los protocolos con motivo de la COVID-19 por parte de Volkswagen Sudáfrica en su planta de Uitenhage, ubicada en la provincia de Cabo Oriental.
El 17 de julio, después de que 120 personas dieran positivo por coronavirus, los trabajadores de la planta ejercieron su derecho a retirarse de un lugar de trabajo inseguro contemplado por la Ley de Seguridad y Salud Profesional.
Una investigación del Departamento de Trabajo y Empleo confirmó que la empresa automotriz incumplió las normas de regreso al trabajo.
El sindicato cuestiona la afirmación de VW de que los trabajadores se infectaron en la comunidad y no en el ámbito laboral. NUMSA sostiene que la salud y seguridad de los trabajadores se vio aún más comprometida por una “política irracional e injusta” de VW, por la cual los trabajadores que contraen la COVID-19 a través de la transmisión comunitaria no tienen derecho a licencias especiales por enfermedad ni períodos de aislamiento. En cambio, los días de cuarentena se descuentan de las vacaciones anuales normales.
Catorce delegados sindicales fueron suspendidos por negarse a trabajar de forma insegura. NUMSA negoció el levantamiento de su suspensión y afirmó que VW debe dejar de amenazar a los trabajadores por ejercer sus derechos y, en lugar de ello, ocuparse de satisfacer las exigencias de sus empleados e implementar un lugar de trabajo más seguro.
El comité de empresa global de Volkswagen planteó el problema en la sede de la organización y actualmente se están llevando a cabo negociaciones para resolverlo.
Irvin Jim, el secretario general de NUMSA, declaró:
“VW aisló a sus gerentes y personal de oficina de la COVID-19 al permitirles trabajar desde casa, mientras que los trabajadores comunes debieron regresar a sus puestos en mayo de 2020 sin cumplir con la estipulación del 50 por ciento establecida en las normas”.
“Los turnos matutinos y vespertinos continuaron funcionando a plena capacidad. No solo se transgredieron las normas, sino que también se obligó a los trabajadores comunes a trabajar en circunstancias inseguras donde el distanciamiento social es imposible. Como era de esperar, a partir de los dos casos confirmados iniciales, la tasa de infección entre los empleados aumentó rápidamente”.
Paule France Ndessomin, secretaria regional de IndustriALL para África Subsahariana, declaró:
“El distanciamiento social es un desafío en las plantas automotrices, y esto significa que las empresas como VW deben seguir cuidadosamente las normas estipuladas en los controles de regreso al trabajo para minimizar la propagación del coronavirus”.
Con respecto a la propagación de la pandemia de COVID-19, el Departamento de Salud de Sudáfrica afirmó el 11 de agosto que el Cabo Oriental tenía 82.715 casos confirmados, 2286 muertes y 13.478 recuperaciones.
Sin embargo, los trabajadores recibieron con agrado la donación de VW de un depósito de piezas de vehículos en desuso y de ZAR 25 millones (US$ 1,4 millones) para su uso como un hospital de campaña para la COVID-19 en Puerto Elizabeth y afirmaron que es un “buen gesto” que ayudará al público. El hospital de campaña, que también cuenta con el apoyo del Gobierno alemán, tendrá una capacidad de 3300 camas que ayudarán a aliviar la presión sobre los hospitales públicos que se están quedando sin lugar debido a la pandemia.