6 marzo, 2025“Cada año, el 8 de marzo, las empresas publican mensajes sobre la igualdad de género. Los gobiernos pronuncian discursos. En los lugares de trabajo se reparten flores e incluso se habla de una ‘celebración’. Pero ¿dónde está la acción? ¿Dónde está el cambio? El Día Internacional de la Mujer no debe reducirse a palabras y gestos vacíos, debe ser un día de movilización, de lucha, de impulso”, afirma la secretaria general adjunta de IndustriALL, Christina Olivier.
“Para las mujeres sindicalistas, esta lucha no es cuestión de un solo día, sino de la necesidad cotidiana de exigir equidad salarial, lugares de trabajo seguros y el derecho a ocupar puestos de liderazgo en nuestros sindicatos. Se trata de romper barreras, de ayudar a otras a medida que avanzamos y de garantizar que la próxima generación de sindicalistas no tenga que librar las mismas batallas una y otra vez.
“Nuestra lucha no dura 24 horas. Dura toda la vida. Lo sé porque lo he vivido.
“Empecé mi camino en el movimiento sindical en 1987, en una fábrica de productos electrónicos de Sudáfrica. Me convertí en delegada sindical, líder de sección y, más tarde, en la primera mujer presidenta regional del NUMSA en el Cabo Occidental. He visto de primera mano lo que significa para las mujeres asumir el liderazgo y la resistencia que enfrentamos cuando lo hacemos.
“También sé que ninguna persona progresa por sí sola. Todos los avances que hemos logrado se han conseguido gracias a la mentoría, la solidaridad y la acción colectiva. Y es por eso que debemos seguir avanzando, no solo hoy, sino todos los días.
La mentoría: fomentar el liderazgo de las mujeres para lograr un cambio duradero
“En IndustriALL, sabemos que el cambio se produce a través de la acción sostenida, la solidaridad y el desarrollo del liderazgo. Es por eso que nuestro programa de mentoría es más que una simple capacitación, es un movimiento para formar mujeres líderes fuertes que impulsen el cambio dentro de sus sindicatos e industrias.
Las mujeres que alguna vez dudaron de su capacidad de liderazgo ahora están asumiendo roles importantes. Mildred Naa Adoley Addo, de Ghana, describe cómo la mentoría transformó su confianza en sus capacidades de liderazgo:
“¡Este programa de mentoría ya ha aumentado mi nivel de confianza de un 3 a un 6,5! Aunque sigo aprendiendo, ahora doy un paso adelante en lugar de quedarme atrás. He crecido como líder; antes, me habría asustado y evitado las oportunidades de asumir un cargo de liderazgo. Ahora, sí que las aprovecho”.
“La mentoría no solo forma a las personas, sino que crea un efecto dominó. Tracy Faustina Dadson, de Ghana, una de las beneficiarias del programa, ya está siendo mentora de otra joven en su lugar de trabajo:
“El programa de mentoría vale cada centavo invertido. Cuando veo a mis compañeras del programa, pienso en el impacto que ha tenido en los sindicatos locales y en las familias. Ya he empezado a ser mentora de una joven en el trabajo, a la que le transmito todo lo que he aprendido. Necesitamos más iniciativas de este tipo”.
“Cuando las mujeres se ven a sí mismas en puestos de liderazgo, cuando saben que cuentan con apoyo y se les proporcionan las herramientas para desenvolverse en las estructuras sindicales, cambian el sistema desde dentro. Así es como rompemos el ciclo de exclusión y mantenemos la lucha en marcha.
Salario justo y justicia económica: algo más que palabras
“La mentoría, por sí sola, no es suficiente. Las mujeres también deben tener seguridad económica e independencia financiera. La equidad salarial es una de nuestras mayores luchas, porque en todos los sectores que representamos, las mujeres siguen recibiendo un salario inferior al de los hombres por un trabajo de igual valor.
“Como Tracy Faustina Dadson aprendió de su mentora, no es suficiente negociar, la implementación es clave:
“La negociación es un camino de nunca acabar. Las políticas para el bienestar de las personas deben estar bien documentadas. Nuestro deber es vigilar que todas las trabajadoras y trabajadores reciban lo que les corresponde”.
“Los sindicatos deben exigir y negociar la equidad salarial como parte fundamental de la negociación colectiva. Los gobiernos deben ser responsables de hacer cumplir las leyes que la garantizan. No podemos permitirnos que esta lucha se reduzca a informes y promesas, necesitamos acción.
Poner fin a la violencia de género en el trabajo: no más silencio, no más miedo
“Los lugares de trabajo nunca serán realmente igualitarios hasta que se erradiquen la violencia y el acoso basados en género (VABG). Las mujeres no pueden empoderarse si se sienten inseguras, no respetadas o silenciadas por el miedo.
“En IndustriALL, estamos luchando para que el Convenio 190 de la OIT sea una realidad en los lugares de trabajo de todo el mundo. Hemos desarrollado una política integral para acabar con la violencia de género, porque los sindicatos deben tomar la delantera a la hora de exigir lugares de trabajo más seguros.
“Maria John Bange, de Tanzania, describe cómo la mentoría le dio la confianza necesaria para mantenerse firme ante los desafíos:
“Mi mentora me enseñó que, independientemente de los desafíos a los que me enfrente, debo seguir adelante. Me ayudó a ver que el liderazgo no consiste en esperar a que te den permiso, sino en actuar”.
“Las mujeres no deberían tener que luchar solas por lugares de trabajo seguros. Los sindicatos deben negociar protecciones sólidas, pedir cuentas a los empleadores y apoyar a los y las sobrevivientes. Toda mujer tiene derecho a trabajar sin miedo.
Un movimiento que nunca se detiene
“La lucha por los derechos de las mujeres en el lugar de trabajo y en los sindicatos no puede reducirse a un solo día. No se trata de una celebración, sino de resistencia, poder y progreso.
“En IndustriALL, no nos limitamos a celebrar el Día Internacional de la Mujer, sino que lo utilizamos para movilizarnos de cara al futuro”. El programa de mentorías, la lucha por la igualdad salarial y la campaña para poner fin a la VABG no son iniciativas pasajeras, sino la base de un movimiento que seguirá creciendo.
“A todas las mujeres de nuestros sindicatos: su lucha es importante, su liderazgo es necesario y no están solas.
“A todas las mujeres líderes: ayuden a las demás a medida que avancen. Asesoren, apoyen y defiendan a las que vienen detrás de ustedes.
“A la próxima generación: den un paso adelante, reclamen su espacio y sepan que estamos a su lado.