11 julio, 2019Luego de 742 días, los trabajadores del gas y el petróleo en Victoria, Australia, desarmaron su piquete después de llegar a un acuerdo que puso fin a un antiguo conflicto con ExxonMobil y su subcontratista de mantenimiento, UGL.
El triunfo del estilo “David contra Goliat”, logrado por los trabajadores que se negaron ceder ante la sexta empresa más grande del mundo, ExxonMobil, tuvo repercusiones en todo el país.
La campaña sindical expuso miles de millones de dólares en evasión fiscal por parte de la gigante energética y jugó un papel fundamental para presionar al gobierno para que aumente los impuestos para las empresas de recursos. Esto conducirá a que el pueblo australiano reciba una recaudación extra de 4 mil millones de dólares estadounidenses, cifra que aumentará en el futuro.
La protesta, una de las más duraderas en la historia reciente australiana, comenzó el 22 de junio de 2017, cuando un grupo entre los 230 trabajadores de mantenimiento de la filial de Esso en Longford, propiedad de ExxonMobil, se rehusó a aceptar un nuevo contrato por parte de UGL. El acuerdo recortaba los salarios en un 40 por ciento, establecía turnos extenuantes e incompatibles con la vida familiar y dejaba a los trabajadores sin remuneración si detenían su trabajo por problemas técnicos.
El nuevo contrato falso había sido firmado por cinco personas a miles de kilómetros de distancia, en Australia Occidental, sin que ninguno de los trabajadores o los sindicatos locales tuviera conocimiento de ello.
Actualmente, el AWU, AMWU, y ETU, sindicatos afiliados a IndustriALL Global Union en Australia, han llegado a un acuerdo con ExxonMobil y UGL que asegurará que el contrato falso no sea utilizado en ningún otro sitio del país.
Asimismo, los sindicatos obligaron a UGL a aceptar la renegociación de un convenio colectivo ratificado por los sindicatos en lugar del acuerdo falso que se había utilizado hasta el momento.
La campaña recibió el apoyo solidario de sindicatos en toda Australia y el mundo, incluida IndustriALL.
Troy Carter, un dirigente de la campaña sindical y uno de los nueve trabajadores restantes en el piquete, dijo:
“El poder del sindicato se hace más fuerte cuando se enfrenta a los más grandes. ExxonMobil es una de las mayores empresas del mundo y sin embargo no pudo deshacerse de un piquete de nueve sindicalistas. Este es un momento muy importante para los sindicalistas a nivel mundial, en el que podemos demostrar que estamos listos para defendernos y luchar contra las acciones antisindicales de las empresas multinacionales”.
A medida que la campaña crecía, los sindicatos lograron presionar al gobierno para que reabriera una investigación en el Senado con respecto a la evasión fiscal corporativa, durante la cual ExxonMobil fue obligada a admitir que era propiedad de una empresa fantasma en los Países Bajos. La empresa holandesa es, a su vez, propiedad de otra empresa en las Bahamas (un conocido paraíso fiscal), donde ExxonMobil tiene otras 575 empresas fantasma registradas.
El secretario general de IndustriALL, Valter Sanches, dijo:
“Este triunfo es producto de la sólida determinación y el espíritu inquebrantable de los trabajadores, quienes se mantuvieron en el piquete día y noche durante más de dos años para luchar contra una violación brutal. Ellos son una inspiración para todos los trabajadores a nivel mundial. Sus sacrificios revelaron la evasión de impuestos por parte de ExxonMobil y ayudaron al estado a recuperar miles de millones de dólares. El gobierno de Australia debe asegurar que las multinacionales paguen los impuestos que les corresponden, así como tomar medidas para evitar que estos contratos falsos causen más sufrimiento a los trabajadores y sus familias.”