20 octubre, 2020En Sri Lanka, las fuerzas armadas obligaron a los trabajadores de la confección a entrar en cuarentena en medio de la noche tras un rápido aumento de las infecciones. Los sindicatos sostienen que esto se podría haber evitado mediante la formación de los comités de salud recomendados.
Según los informes, el 19 de octubre la cantidad total de casos de COVID-19 en Minuwangoda Brandix aumentó a 2122, incluyendo más de mil trabajadores de Brandix apparel limited, sus contactos cercanos y familiares.
Este grupo conforma casi la mitad de la cantidad total de casos de COVID en Sri Lanka y ha recibido atención a nivel nacional.
Los sindicatos afirman que las fuerzas armadas, que administran los centros de cuarentena de COVID, entraron, sin previo aviso y durante la noche, a las habitaciones de hospedaje de los trabajadores de la confección, pidiéndoles que se trasladen inmediatamente a estos centros.
Anton Marcus, del Sindicato de Trabajadores de las Zonas Francas y de los Servicios Generales, expresó:
“Si las fábricas hubieran formado comités de salud tal como lo decidió el equipo de trabajo tripartito, se habrían identificado los problemas de salud más temprano y esta crisis podría haberse evitado. Es imperativo que se formen comités de salud inmediatamente en cada fábrica de indumentaria”.
“Las medidas de cuarentena forzosas deben detenerse y los trabajadores deben ser tratados con dignidad. Apelamos al gobierno para que proporcione seguridad laboral y de ingresos a los trabajadores, así como salud y seguridad, asegurándose al mismo tiempo de que la crisis no dañe también al sector”.
A los trabajadores no se les dio tiempo para prepararse o recoger sus pertenencias. Los llevaron en conjunto, sin seguir ningún proceso de seguridad como el distanciamiento social, a los distantes centros de cuarentena. No se les dio oportunidad de avisar a alguien lo que estaba pasando.
El hecho de que el centro de cuarentena carecía de medidas de seguridad, instalaciones sanitarias básicas, personal de salud y acceso a alimentos de calidad significó una mayor posibilidad de infección entre los trabajadores en cuarentena. Los familiares de los trabajadores en cuarentena no obtuvieron ninguna información: ni siquiera los funcionarios del gobierno local sabían nada.
Varios informes sugieren que los directores de la empresa insistieron en mantener la producción para alcanzar los objetivos establecidos y no lograron detener la crisis sanitaria en desarrollo entre los trabajadores.
Apoorva Kaiwar, secretaria regional de IndustriALL, expresó:
“Estamos muy preocupados por las duras medidas de cuarentena y su impacto sobre los trabajadores y sus familias. El gobierno de Sri Lanka debería seguir las normas internacionales establecidas para controlar la pandemia respetando los derechos de los pacientes. El gobierno y el empleador deberían observar que la mayoría de los pacientes del grupo de Minuwangoda Brandix son trabajadoras y asegurarse de que se les proporcionen medidas de seguridad y salud apropiadas”.
Crédito fotográfico: Trabajadores en Nordtext, Colombo, Sri Lanka. Banco de Desarrollo de Asia, Flickr