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30 mayo, 2018ACTUALIZACIÓN, 31 de mayo: La Federación Única de los Petroleros de Brasil (FUP, afiliada a IndustriALL) suspendió temporalmente la huelga nacional de 72 horas, cuando el tribunal la amenazó con una multa exorbitante de 2 millones de reales (US $ 540.000) por día, en una clara violación de los derechos sindicales
El Tribunal Superior del Trabajo (TST) declaró "ilegal" la huelga por su carácter "político-ideológico" e impuso sanciones de dos millones de reales diarios (unos 540.000 dólares aproximadamente) a los sindicatos que respaldasen la huelga convocada por la FUP.
"La decisión del TST busca criminalizar y marginar a los movimientos sociales y sindicales. La FUP hace un llamamiento a sus sindicatos afiliados para que suspendan la huelga, en un paso momentáneo y necesario para la construcción de una huelga indefinida. Esta grave violación a los derechos sindicales debe ser ampliamente denunciada"
dijo la federación en un comunicado oficial el 31 de mayo.
La escalada en los precios de los derivados del petróleo en Brasil está directamente relacionada con la nueva política implementada por el gobierno ilegitimo de Michel Temer y el presidente de Petrobras, Pedro Parente, tras el golpe a Dilma Rousseff.
Los precios de los combustibles acompañan las fluctuaciones del dólar y del barril de petróleo en el mercado internacional, lo cual abre espacio para el aumento de la participación de empresas privadas en el sector y de transnacionales.
Al mismo tiempo, perjudica al pueblo y al desarrollo industrial de Brasil. Es por ello que los trabajadores buscarán impedir la privatización de la empresa estatal, mantener los empleos, reanudar la producción de las refinerías y poner fin a las importaciones de derivados de petróleo.
El conflicto de los petrolero se desarrolló en un clima de protestas, dado que desde hace más de una semana los camioneros autónomos de Brasil ejecutan una huelga contra el aumento de los precios del diésel, y el gobierno habla de “lockout” por parte de las empresas de transporte.
La misma impactó con desabastecimiento de combustible y productos básicos, cancelación de vuelos, falta de insumos para la producción en fábricas y la muerte de animales por falta de alimentos. Hay una crisis política sin precedentes y la solución es el retorno a la democracia con la instalación de un gobierno legítimo.
"IndustriALL se solidariza con el pueblo brasileño y con la FUP, apoya la agenda justa de los petroleros y exige que Petrobras utilice su parque de refinería existente y no le venda las instalaciones al capital internacional.
Si las venden, el pueblo brasileño va a pagar más cara la gasolina, el diésel y el gas de cocina. La alteración en la política de precios de los combustibles, atiende apenas los intereses del capital financiero internacional, aumenta absurdamente las ganancias y perjudica al pueblo brasileño”
concluyó el secretario general de IndustriALL, Valter Sanches.