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16 agosto, 2017Los trabajadores, las comunidades y el medio ambiente de Brasil podrían verse gravemente afectados por el nuevo Programa de Revitalización de la Industria Minera propuesto por el gobierno de Michel Temer
El lanzamiento del Programa de Revitalización de la Industria Minera Brasileña, aliado a la reforma laboral de Temer, puede agravar aún más las condiciones precarias de trabajo en el sector y en el país. Aunque Brasil ratificó la Convención 176 de la OIT sobre la seguridad y la salud en las minas, el sector minero es uno de los que tiene más accidentes y muertes de trabajadores en el país, una gran informalidad y condiciones de trabajo degradantes.
Según el gobierno, el objetivo del programa –que aún requiere la aprobación del Congreso- es modificar algunas normas del código minero para “reactivar el sector”. Para ese fin, buscan aumentar las regalías a la minería y crear una nueva agencia para regular la industria. El problema es que no se contemplan los impactos causados por esta actividad económica, como son los efectos ambientales, las implicaciones sociales en las comunidades afectadas y los temas pertinentes a los derechos de los trabajadores.
En 2013 Brasil ya había intentado “modernizar” las normas de minería con el llamado Nuevo Código Minero. La propuesta aspiraba a intensificar la explotación minera y aumentar la recaudación fiscal, pero tampoco contemplaba los efectos sociales y ambientales. Finalmente, no logró avanzar en el Congreso.
En esta nueva oportunidad, las diferentes organizaciones sociales, ambientales y sindicales están intensificando la lucha para incorporar al debate esos temas tan prioritarios. Las organizaciones argumentan que los bienes materiales son recursos finitos, la explotación tiene que ser social y ambientalmente responsable, y la riqueza generada debe servir a la población brasileña con la generación de desarrollo económico.
Un ejemplo de explotación irresponsable fue la de Vale y BHP Billiton en el distrito de en Mariana, Minas Gerais, en 2015. El resultado fue el mayor crimen ambiental de toda la historia brasileña: Hubo 19 muertes e incalculables pérdidas sociales, ambientales y económicas. La explotación cada vez más depredadora fue la causa de toda esa gran tragedia.
Ese crimen sigue impune porque las empresas Vale y BHP Billiton -ambas controladoras de Samarco- no fueron acusadas. IndustriALL Global Union y sus afiliados en la red sindical mundial de BHP Billiton/South 32 han desarrollado una intensa campaña de lucha y movilizaciones para exigir que los propietarios de la mina, BHP Billiton y Vale, asuman la responsabilidad de la tragedia de la presa y aseguren que jamás se puedan repetir accidentes similares.
Sin embargo, recientemente la justicia suspendió el procedimiento penal en el que están implicadas las empresas y sus ejecutivos hasta la decisión final sobre las alegaciones de los abogados.
“¡No podemos olvidarnos de Mariana! Las organizaciones sindicales y sociales no deben debilitarse; son necesarias la lucha y la unión para superar estos nuevos y crueles retos. Necesitamos avances, por lo que la denuncia del golpe debe ser constante”
concluyó Lucineide Varjão, presidenta de la Confederación Nacional de las Ramas Químicas de la Central Única de los Trabajadores de Brasil (CNQ/CUT, afiliada a IndustriALL) y Co-presidente del Comité Ejecutivo de IndustriALL.
Fuente: CNQ/CUT
Por más información consulte el artículo de opinión de la CNQ/CUT, disponible en tres idiomas: Español, Portugués e Inglés