31 octubre, 2024Uno de los pilares de la economía de Myanmar incluso antes del golpe de Estado, la industria textil y de la confección se ha convertido en una importante vía para que los militares que gobiernan el país inyecten dinero extranjero en una economía que se hunde. Y los trabajadores y las trabajadoras están pagando el precio.
Más de tres años y medio después del golpe militar del 1 de febrero de 2021, la junta militar sigue manteniendo su dominio sobre Myanmar. En septiembre se produjeron nuevos ataques aéreos que se cobraron al menos 26 vidas, entre ellas diez niños, tras un mes de agosto en el que el ejército bombardeó 350 veces a su propio pueblo.
Una vez en el poder, los militares ilegalizaron los sindicatos y detuvieron a sus dirigentes. No existe libertad sindical en el país; ni los sindicatos ni otras organizaciones de trabajadores pueden funcionar. Se han denunciado casos de trabajo forzado, violaciones de los derechos de los trabajadores, una mayor precariedad laboral y caída de los salarios.
Un rastreador desarrollado por el Centro de Información sobre Empresas y Derechos Humanos sigue de cerca los abusos en la industria de la confección de Myanmar. Para finales de junio de este año, se habían documentado 556 casos de presuntas violaciones de derechos humanos y laborales en 266 fábricas vinculadas a marcas internacionales.
La solidaridad mundial y la presión para que se rindan cuentas
Durante la Conferencia Internacional del Trabajo celebrada en junio de este año, las federaciones sindicales internacionales pidieron a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que invocara el Artículo 33 de su Constitución, ya que la junta militar no ha puesto en práctica las recomendaciones formuladas después de que una Comisión de Investigación de la OIT constatara graves violaciones de los protocolos sobre trabajo forzado y libertad sindical.
Desde el golpe militar, IndustriALL ha hecho campaña con los sindicatos afiliados en Myanmar para que las marcas desinviertan de forma segura del país. En 2022, las conversaciones entre IndustriALL y varias marcas del sector de la confección que operan en Myanmar concluyeron con un marco de principios para la retirada empresarial responsable de Myanmar, en el que se esbozaba una salida responsable del país. Primark, New Look, Inditex, H&M, Lidl y Fast Retailing se adhirieron a este acuerdo.
“Las violaciones de los derechos humanos en el país hacen imposible llevar a cabo negocios de manera responsable, ya que las empresas no pueden garantizar la seguridad de su mano de obra. Se ha demostrado una y otra vez que la diligencia debida en materia de derechos humanos no ha sido posible en Myanmar desde el violento golpe militar de 2021. Con toda la información disponible, las marcas que siguen produciendo en el país no pueden decir que no lo saben”.
declaró Atle Høie, secretario general de IndustriALL.