30 mayo, 2022630 miembros del Syndicat des Métallos/United Steelworkers, afiliado a IndustriALL, se declararon en huelga en la mina Raglan de Glencore, en Canadá, para protestar contra el uso extensivo de la subcontratación y la falta de respeto por parte del empleador.
El reclamo de que Glencore los respete genuinamente a sus empleados es muy importante para los trabajadores sindicalizados, que suelen realizar turnos de once horas, durante 21 días consecutivos, en la remota mina de extracción de níquel de Nunavik, a donde solo pueden llegar en avión.
Otro punto clave en el conflicto con la empresa es el uso creciente de trabajadores subcontratados en la mina Raglan, quienes se ven obligados a trabajar en condiciones inferiores. El 27 de mayo, los 630 trabajadores sindicalizados se declararon en huelga.
“Ha llegado al punto en que suele haber muchos más trabajadores subcontratados en la mina que empleados sindicalizados. No tiene sentido. Esto significa menos beneficios económicos para las regiones de Quebec, mientras que la multinacional obtiene enormes ganancias mediante la explotación de nuestros recursos naturales”,
declaró Eric Savard, presidente de la sección sindical 9449 de Steelworkers, que representa a los huelguistas.
Además del uso vergonzoso de trabajadores subcontratados, otros asuntos que generan obstáculos en las negociaciones incluyen las vacaciones, las condiciones de trabajo y los salarios. Sin embargo, el reclamo principal de los trabajadores es que Glencore los respete.
“Glencore ha estado sobrepasando los límites continuamente. Incluso se resiste a proporcionar una hora de almuerzo adecuada a sus empleados, que trabajan once horas al día, 21 días seguidos. Las condiciones de vida en el campamento minero se han deteriorado a lo largo de los años. De forma sistemática, la empresa pone objeciones ridículas cuando se trata de mejorar las condiciones de vida y de trabajo de sus empleados, que pasan mucho tiempo lejos de sus familias. Es hora de que esta empresa muestre un mayor respeto por los trabajadores que le generan decenas de millones de dólares anuales en ganancias”,
añadió Savard.
Las partes se reunieron el viernes en presencia de un mediador, pero no pudieron superar el estancamiento en las negociaciones. Por lo tanto, los miembros del sindicato decidieron ejercer su mandato de huelga, que se había aprobado la semana pasada con una abrumadora mayoría del 97,5 por ciento de los votos.
“IndustriALL apoya plenamente las demandas de la sección sindical 9449 de Steelworkers, que resuena con el llamamiento más amplio a respetar a los trabajadores y sus derechos fundamentales por parte de los mineros de Glencore en todo el mundo, inclusive en Colombia, la República Democrática del Congo y Sudáfrica.
Esta es una clásica carrera hacia el abismo, donde Glencore compite para suministrar los minerales crudos críticos para la transición energética baja en carbono y cumplir con sus múltiples contratos de abastecimiento a largo plazo con una gran cantidad de clientes, incluido el sector automotor”.
Esta huelga se desató luego de las falsas promesas de Glencore de entablar un diálogo significativo con IndustriALL y sus afiliados colombianos, que junto con ONG suizas, holandesas y británicas protestaron en la reunión general anual de la empresa contra su vergonzosa conducta y trato hacia los trabajadores, incluida su negativa a entablar un diálogo sobre la Transición Justa.
IndustriALL emprenderá una campaña empresarial mundial contra Glencore para buscar reparación y exigir un diálogo mundial significativo.
Foto de portada: Reunión general anual de Glencore, Suiza, 2017