19 febrero, 2021Los trabajadores de Ford buscan alternativas para defender sus empleos. Acordaron el inicio de negociaciones con la dirección global de Estados Unidos y evalúan la posibilidad de presentar un proyecto de ley para nacionalizar la automotriz.
Ford anunció el cierre de actividades en las fábricas de Taubaté (São Paulo), Camaçari (Bahía) y Horizonte (Ceará). Se perderán casi 124 mil puestos de trabajo, teniendo en cuenta los empleos directos, indirectos y de otros sectores, según estimaciones del Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos (Dieese).
El Sindicato de trabajadores metalúrgicos de Taubaté y la región (Sindmetau) firmó un acuerdo con Ford en una audiencia de conciliación en el Tribunal Laboral Regional, el 18 de febrero. Establece que desarrollarán negociaciones con la dirección global de la automotriz de Estados Unidos el 25 de febrero, con el objetivo de intentar revertir el cierre de la empresa en el país.
El documento también garantiza el mantenimiento de puestos de trabajo, salarios y beneficios de los trabajadores de Taubaté hasta el final de las negociaciones. Además, prevé el regreso de la producción en la fábrica a partir del 22.
Aún así, los trabajadores definieron que continúan efectuando movilizaciones para luchar por sus empleos y reafirmar su unidad. Recientemente realizaron una caravana de tres horas desde el estacionamiento de Ford en Taubaté, y desarrollaron actos para alertar a la sociedad y a las autoridades públicas sobre los impactos del cierre.
Por su parte, el Sindicato de trabajadores metalúrgicos de Camaçari también realizó una audiencia de concliación en el Tribunal regional del trabajo de la v región (TRT5-BA), el 18 de febrero. Acordaron que los empleados de esta fábrica también volverán a trabajar el 22. A su vez, Ford se comprometió a pagar los salarios de los trabajadores durante tres meses.
En tanto, la Comisión de Derechos Humanos y Minorías de la Cámara de Diputados de Brasilia solicitó el 9 de febrero que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, las unidades locales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) evalúen posibles violaciones de Ford al anunciar su salida del país.
Uno de los temas señalados es el impacto social y económico que la empresa deja en Brasil luego de años de recibir subsidios gubernamentales y ganancias. Además, el documento señala que se enfrenta a los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos, y las Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales.
La Comisión de Derechos Humanos también se reunió con representantes de sindicatos, del poder judicial, parlamentarios y otras entidades. Evalúan la posibilidad de presentar un proyecto de ley de nacionalización de Ford, considerando los incentivos fiscales multimillonarios que recibe la multinacional y los préstamos contraídos con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social. Buscan revertir el impacto del cierre de fábrica y el proceso de desindustrialización en el país.
Por su parte, organizaciones sindicales de todo el mundo enviaron cartas de solidaridad a los trabajadores de Ford en Brasil donde también manifestaron la necesidad de una política industrial activa en la que los intereses de los empleados se consideren equivalentes a los intereses de los propietarios.
Finalmente, el secretario general de IndustriALL Global Union, Valter Sanches, sostuvo:
“Quiero saludar la lucha de resistencia de los trabajadores/as de Ford y sus sindicatos en defensa de los empleos. Esta lucha ya es victoriosa porque generó decisiones favorables de la justicia laboral y abrió otras posibilidades de negociación en otro nivel.
Además, agradezco la solidaridad de los sindicatos de todo el mundo con la lucha de nuestros/as compañeros/as brasileiros/as”.