12 marzo, 2020El brote mundial del Coronavirus está enlenteciendo la economía y eliminando miles de puestos de trabajo en la cadena de suministro mundial en el Sudeste Asiático. Camboya y Myanmar se encuentran entre los países más afectados de la región.
Las fábricas textiles dependen de materias primas provenientes de China, por lo que la fuerte caída de la producción en este país ha hecho que los propietarios de fábricas en Camboya y Myanmar comiencen a suspender las operaciones y a reducir personal.
Diez fábricas en Camboya informaron al gobierno que suspenderían la producción. Se estima que 200 fábricas en el sector suspenderán las operaciones o disminuirán la productividad. Una fuente informó que 5000 trabajadores camboyanos ya perdieron su empleo.
Las fábricas que suspendieron las operaciones están obligadas a pagar a los trabajadores el 60 por ciento del salario mínimo, y el gobierno de Camboya ofreció a los empleadores afectados a pagar el 20 por ciento de ese monto.
Durante la suspensión, los trabajadores recibirán una capacitación a cargo del Ministerio de Trabajo y Capacitación Vocacional en el lugar de trabajo.
La situación económica en Myanmar también es grave. La Confederación de Sindicatos de Myanmar dio voz de alarma a causa de la falta de materias primas provenientes de China que ha provocado el cierre de 16 fábricas y el despido de 7000 trabajadores.
Los representantes sindicales se reunirán mañana con empleadores y funcionarios del gobierno para discutir el tema. El afiliado de IndustriALL, Federación de Trabajadores Industriales de Myanmar (IWFM, por sus siglas en inglés), también se acercará a las marcas que se abastecen de Myanmar para discutir el impacto sobre los trabajadores.
“Hay medidas normativas que se pueden adoptar,”
manifestó Khaing Zar, presidente de IWFM.
“El gobierno puede crear un fondo especial para apoyar a los trabajadores afectados, considerar reducciones fiscales a la electricidad y otorgar préstamos en condiciones favorables a los empleadores”.
Annie Adviento, secretaria de la oficina regional del Sudeste Asiático de IndustriALL, recibe de buena manera el anuncio del gobierno de Camboya, pero insiste a este que actúe con prudencia antes de aprobar la reducción del salario mínimo.
“Es una medida de emergencia que los empleadores podrían explotar fácilmente al no pagar el salario mínimo a los trabajadores. Debe haber un proceso de debida diligencia para evitar fraudes.
“Deben salvarse tantos empleos como sea posible y el gobierno debe intervenir cuando los trabajadores pierden el salario. Tanto Camboya como Myanmar han participado en el programa nacional por el trabajo decente de la OIT, que hace hincapié en la creación de empleo y la protección social para los trabajadores”.