6 noviembre, 2014En una desesperada protesta para hallar justicia, cuatro trabajadores de la BZTDiA, que habían sido despedidos arbitrariamente de sus trabajos, decidieron iniciar, el 5 de noviembre, una huelga de hambre de dos días. Situada en Bobruisk, BZTDiA es una empresa fabricante de componentes y unidades para tractores.
Por lo menos nueve activistas del Sindicato Libre de Bielorrusia (SPB) fueron despedidos, todos ellos altamente calificados y, al igual que la mayoría de los empleados en Bielorrusia, contaban con contratos a corto plazo a pesar de llevar muchos años trabajando en esa planta. Su único pecado fue el haberse adherido a un sindicato independiente.
Algunos de los trabajadores recibieron una explicación formal sobre su despido por parte del director de la fábrica, quien argumentó razones de optimización de la fuerza de trabajo. Sin embargo, al mismo tiempo, los periódicos locales publicaban avisos en los que BZTDiA buscaba trabajadores con habilidades similares o iguales a las que tienen los trabajadores despedidos.
La hipocresía de la administración de la fábrica obligó a los trabajadores a utilizar todos los medios posibles en busca de justicia, lo cual incluía escribir, hace dos semanas atrás, una carta abierta al Presidente del país, Alexander Lukashenko. En dicha carta, los trabajadores pusieron de manifiesto la discriminación antisindical que habían sufrido, pero también señalaban que las dificultades que registraba la empresa se debían a la política discriminatoria de la administración. Este personal en cuestión, altamente calificado, todos miembros del sindicato, fueron víctimas de amenazas y despidos, y terminaron siendo reemplazados por trabajadores menos calificados que necesitarán muchos años de experiencia para alcanzar el nivel de pericia de sus colegas despedidos.
Cuando los desesperados trabajadores se enteraron de que su carta no sería tratada con seriedad, y lo más probable era que dormía sin atención en el escritorio del administrador que los había despedido, cuatro de éstos decidieron declarar una huelga de hambre de dos días. El sindicato está tratando de proporcionarles todo el apoyo posible.
Kemal Özkan, Secretario General Adjunto de IndustriALL, señaló al respecto: "Apoyamos solidariamente a los trabajadores en huelga. El sistema de contratos a corto plazo en Bielorrusia no sólo es malo para los trabajadores y la democracia, sino también daña la estabilidad económica de las empresas y, en consecuencia, perjudica toda la economía del país”.