14 agosto, 2014Debido a una combinación de exceso de trabajo, malas condiciones laborales y salarios míseros se ha vuelto a disparar el número de trabajadores camboyanos de la confección que se desvanecen trabajando, pero ahora hay obreros que incluso mueren en la tarea.
En una sola semana de julio, más de dos centenares de trabajadores fueron ingresados en la clínica del Centro de Salud de Prek Anhchanh, a las afueras de Phnom Penh, después de desamayarse en el trabajo en fábricas de ropa.
Sin embargo, lo más alarmante es que los obreros de la confección mueren realmente en el trabajo.
Sokny Say, del afiliado a la IndustriALL Global Union el Sindicato Libre de Trabajadores del Reino de Camboya (FTUWKC), dijo:
"2014 es un año memorable, porque si bien ha habido numerosos casos de desmayos masivos en el pasado, es el primer año en que han muerto personas. No podemos ser indiferentes al hecho de que muchos trabajadores de la confección se desvanezcan en las fábricas. Puede ser un precursor de la muerte."
A finales de julio murieron dos trabajadores empleados en fábricas situadas a las afueras de Phnom Penh.
Nov Pas, costurera de treinta y cinco años, que había pasado casi cuatro fabricando ropa para marcas como Gap y Old Navy, se desmayó en su puesto en la fábrica de Sangwoo a las 8 de la mañana el 24 de julio de 2014. A las 9 fue admitida en el hospital provincial más próximo, y a las 6 de la tarde se certificó su muerte.
Cuando se le contactó para que diera explicaciones, Chea Sok Thong, de la fábrica Sangwoo de propiedad coreana, negó la responsabilidad de la empresa por la muerte de la Sra. Nov, alegando negligencia médica en el hospital donde recibió tratamiento.
El trabajador de la confección Vorn Tha, de 44 años, se desplomó y murió en la fábrica de New Archid, que produce ropa para H&M, después de trabajar muchos días desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche.
Un tercer trabajador de la confección, empleado en la fábrica de Cambo Kotop Ltd. en Phnom Penh, murió en marzo.
El secretario general de la IndustriALL, Jyrki Raina, declaró:
“Esta siniestra serie de trabajadores que se desmayan en el trabajo y luego mueren no puede quedar sin respuesta. El pago de salarios míseros significa que los trabajadores de la confección no pueden permitirse el lujo de comer correctamente, y está demostrado que la falta de alimentación, las muchas horas de trabajo y las intolerables condiciones de las fábricas son una combinación letal.
Seguimos respaldando las demandas de los sindicatos camboyanos de un aumento del salario mínimo, de manera que los trabajadores de la confección se puedan alimentar suficientemente para vivir y no tengan que trabajar tantas horas extraordinarias agotadoras para sobrevivir.”