6 febrero, 2019Desde el 21 de enero, se hallan en huelga los trabajadores y trabajadoras de Pulido Apparel Company Inc en Filipinas, proveedora de productos para marcas mundiales como Timberland, UGG, The North Face y J-Crew. Este conflicto se originó cuando la empresa cerró temporalmente su fábrica principal con el fin de eliminar el sindicato en ese lugar de trabajo.
Pulido Apparel cerró su planta en San Luis, Batangas, en diciembre, señalando que esta decisión se había tomado debido a problemas económicos. Sin embargo, menos de un mes después, Pulido comenzó a recontratar a trabajadores/as en esa fábrica, con contratos de dos meses, pero colocando en listas negras a los miembros y dirigentes sindicales.
Los huelguistas exigen la reincorporación de todos los trabajadores/as, incluyendo a los activistas que han participado en la huelga y el piquete; también exigen que se entablen negociaciones colectivas lo más pronto posible.
Pulido Apparel de Filipinas es una filial de Fownes Bros & Co, fabricante de guantes de cuero y accesorios de moda, con sede en Estados Unidos. Cuenta con unos 450 empleados en tres plantas, situadas en San Luis, Bauan, y la Ciudad de Lipa.
En junio de 2018, los trabajadores/as de Pulido Apparel crearon su sindicato local “Rank & File” TF-2, que está afiliado a IndustriALL Global Union a través de la federación de sindicatos de los sectores del textil y prendas de vestir, TF2/FFW Kilos Damit. Posteriormente, el sindicato de trabajadores y trabajadoras de Pulido Apparel recibió certificación del Ministerio de Trabajo como el único y exclusivo representante laboral en negociaciones colectivas, con todos los derechos y privilegios que le corresponden como organización laboral legítima.
El 8 de noviembre, una semana antes de comenzar la negociación colectiva, la compañía anunció que la fábrica de San Luis se iba a cerrar. También despidió a miembros y dirigentes sindicales.
El sindicato ha informado que, en seguida, la empresa exigió a los trabajadores/as de San Luis a pedir su pago por despido, y a firmar un documento de renuncia como personal de Pulido.
A principios de diciembre, Pulido comenzó a contratar a determinados maquinistas de San Luis, con un contrato de tres meses en la nueva fábrica en la Ciudad de Lipa. Sin embargo, se prohibió la recontratación de los dirigentes sindicales y partidarios activos del sindicato.
El 3 de enero, se reanudaron las operaciones en la fábrica de San Luis y, a fines de enero, al menos 61 trabajadores/as trabajaban con contratos de dos meses. En esa empresa, siguen excluidos y en lista negra todos los dirigentes sindicales y simpatizantes.
Tratando de resolver el conflicto, el sindicato ha pedido mediación preventiva ante el tribunal laboral. Sin embargo, la administración de la compañía no asistió a la última audiencia de la Junta Nacional de Conciliación y Mediación, donde el sindicato presentó notificación de la huelga.
En una carta dirigida a Pulido, Valter Sanches, Secretario General de IndustriALL, señaló:
“Estas medidas constituyen una descarada violación de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, derechos consagrados en la Constitución de Filipinas. Las medidas en cuestión también infringen las normas internacionales fundamentales del trabajo, como el Convenio 87 sobre libertad sindical y la protección del derecho de sindicación y el Convenio 98 sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El gobierno de Filipinas ha ratificado estos dos Convenios”.
Por su parte, Aileen Panuelos, presidenta de la seccional sindical local de Pulido Apparel, afirmó:
“Estamos decididos a seguir esta lucha que la administración de Pulido y sus hinchas nos han obligado a realizar. Existimos porque queremos ejercer y proteger nuestros derechos legítimos como trabajadores y trabajadoras, y como seres humanos. Vamos a continuar esta lucha cuando y donde sea necesario, junto con nuestros aliados aquí en Filipinas y en el extranjero”.