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5 junio, 2018Las grandes centrales sindicales Argentinas planifican una gran huelga general con el objetivo de rechazar las medidas económicas del gobierno de Mauricio Macri y reclamar mejores condiciones laborales
Cientos de organizaciones sociales y sindicales desarrollaron una Marcha Federal desde cinco puntos del país hasta congregarse en la Plaza de Mayo en Buenos Aires, el 1 de junio. El reclamo fue claro: pan y trabajo. Al finalizar el acto central, fueron enfáticas en que el próximo paso es un paro de actividades a nivel nacional.
Si bien la fecha aún no está definida (la van a anunciar entre el jueves y viernes), las tres centrales sindicales -la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), la CTA Autónoma y la Confederación General del Trabajo (CGT)- están de acuerdo en la necesidad de concretar la medida de acción. Algunas fuentes cercanas dicen que probablemente se realice a mediados del mes de junio.
Los principales reclamos son el freno a las políticas económicas de ajuste con aumentos de tarifas, el rechazo al pedido de apoyo financiero al Fondo Monetario Internacional (FMI) y el reclamo de la sanción de la Ley de Emergencia Alimentaria.
Los trabajadores aseguran que las nuevas políticas económicas desarrolladas por el presidente Macri y el inicio reciente de conversaciones con el FMI para “evitar una crisis”, tendrán un impacto dañino en la vida de los trabajadores. Incluso más, dicen que las negociaciones implicarán nuevas políticas económicas que provocaron una crisis mayor que la 2001.
A su vez, Macri vetó el 31 de mayo la ley aprobada por el Senado, con la cual la oposición esperaba retrotraer las tarifas en la luz, el gas y el agua, y enfrentar los fuertes aumentos dictados por el gobierno.
Desde que asumió la presidencia en diciembre de 2015, el alza tarifaria fue tal que por ejemplo la electricidad superó el 1000%. El presidente argentino también redujo los subsidios a los servicios públicos.
Además, miles de suspensiones y despidos ocurrieron desde entonces en la industria, en la pequeña y mediana empresa, y en todos los sectores vinculados al consumo popular como resultado directo de una política que beneficia a las corporaciones transnacionales a costas de los trabajadores.
Por su parte, el secretario regional de IndustriALL para América Latina y el Caribe, Marino Vani, dijo al respecto:
“Es lamentable pero previsible lo que sucede en Argentina. No se podría esperar otra cosa de un gobierno capitalista, más que la regresión de las políticas sociales de Estado y la entrega del país a los mercenarios del sistema financiero internacional. Nos solidarizamos con los trabajadores; solo la lucha puede impedir que avancen estas políticas que atentan contra el pueblo.”