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18 diciembre, 2017Los trabajadores de las centrales sindicales argentinas manifestaron su rechazo a la reforma al sistema de pensiones en las calles y consiguieron que el Congreso suspendiera hasta el 18 de diciembre el debate sobre el cambio legislativo. Anunciaron que continuarán su lucha para impedir que prospere la reforma
El sentimiento de frustración e injusticia que sintieron los trabajadores argentinos en el correr del año tocó su punto álgido. Tras un año de constantes despidos y violaciones a los derechos laborales, el gobierno de Mauricio Macri decidió impulsar en diciembre una reforma dañina de corte neoliberal al sistema de jubilaciones, que afectará los haberes de unos siete millones de jubilados y pensionados. Pretenden acompañarla con una reforma laboral que avasalla los históricos derechos del trabajador.
La respuesta de las centrales sindicales argentinas (CGT y las dos CTA) y las organizaciones de la sociedad civil no tardó en llegar. El 14 de diciembre 300.000 personas se concentraron en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires y marcharon por las avenidas que llevan al Congreso Nacional, hasta conglomerarse frente al Congreso argentino, donde se realizaba el debate de la ley de “reforma previsional” en sesiones extraordinarias.
La propuesta que oficialismo impulsa para reducir el déficit fiscal, es un eufemismo con el que se oculta un nuevo ajuste a los ingresos de los sectores más humildes de la sociedad, a los jubilados y a los pensionados. A su vez, afecta a las contribuciones sociales (como la Asignación Universal por Hijo) otorgadas en la década pasada e intenta volver al sistema privado de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP).
3000 agentes de las fuerzas antidisturbios se encargaron de hacer lo suyo, con gases lacrimógenos, disparos de pelotas de goma y lanzamientos de chorros de agua para intentar dispersar a los manifestantes, sin demasiado éxito.
Todo el clima de violencia en las calles se replicó dentro del Congreso. Los diversos medios de comunicación televisaron fuertes cruces de palabra entre miembros del oficialismo y de la oposición. La unidad de las centrales sindicales y la presencia de los trabajadores en la calle, dieron la señal a los diputados de que este avasallamiento de derechos no sería tolerado y finalmente obligó al Gobierno a dejar en suspenso al sesión.
Las personas en la calle sintieron esa decisión como una primer victoria. La Cámara de Diputados argentina decidió que volverá a tratar hoy lunes 18 de diciembre la reforma de las pensiones, después del intento fallido de votación. Las centrales sindicales anunciaron que volverán a las calles para impedir nuevamente que se lleve a cabo la votación.
Esta lucha de los trabajadores es en defensa de los derechos conquistados, a los cuales no están dispuestos a renunciar. La reducción de los ingresos a los jubilados, la elevación de la edad jubilatoria, se inscribe en las políticas neo liberales que recorren América Latina.
“Los compañeros de las dos CTA y de la CGT realizaron una gran movilización y el Gobierno de Mauricio Macri provocó una represión brutal en respuesta. Seguiremos en la lucha, porque la lucha que se pierde es la que no se hace”
dijo el Vicepresidente del Comité Ejecutivo de IndustriALL, Raúl Enrique Mathiu.