9 agosto, 2018El 6 de agosto, cuando ya llevaba 84 días el piquete frente a las puertas de la fábrica de Flormar, filial turca de Yves Rocher, enorme empresa francesa de cosméticos, las fuerzas de seguridad intervinieron en un intento de poner fin a la resistencia de 132 trabajadoras y trabajadores despedidos.
Desde que les dieron de baja el 14 de mayo, los trabajadores/as despedidos mantuvieron una protesta frente a Flormar en la zona industrial de la ciudad de Gebze, cerca de Estambul. Las fuerzas de seguridad sacaron los carteles sindicales, obligando a los manifestantes a abandonar su piquete en las puertas de la fábrica, trasladándolos a un lugar menos notorio.
Petrol-İş, sindicato afiliado a IndustriALL Global Union, intervino inmediatamente ante los servicios de seguridad, llamando a la sociedad civil y a los partidos de oposición para ayudarles a continuar con su campaña de resistencia. Al visitar el piquete, el Secretario General del sindicato Petrol-İş, Ahmet Kabaca, señaló:
“Los trabajadores y trabajadoras de Flormar no son criminales. Si las fuerzas de seguridad buscan a un criminal, ese criminal es el empleador. Ninguno de estos trabajadores y trabajadoras ha hecho algo ilegal. Simplemente defendieron sus derechos. Pido a las autoridades que escuchen la voz de estos manifestantes, en vez de dispersarlos.
“¿Quién tiene la culpa de esta situación? ¿Los trabajadores y trabajadoras que luchan por el pan de cada día o el empleador que los despidió por afiliarse a un sindicato? Continuaremos nuestra resistencia, con piquetes sean cuales sean las condiciones.
“Los trabajadores y trabajadoras fueron despedidos de esta fábrica y en esta misma fábrica mantendremos nuestra resistencia. Nos negamos a que nos trasladen a un lugar que no tiene ninguna relación con lo que ha pasado. Este problema no se puede resolver por medio de la intimidación. Creemos que debe resolverse en la mesa de negociaciones, y no con la intervención policial. Nunca lo aceptaremos y continuaremos luchando hasta lograr la victoria.
“No vamos a dejar que nos atemoricen”.
Cuando la campaña de resistencia llevaba 87 días, una delegación de IndustriALL se unió a los dirigentes de Petrol-İş en el piquete y los encontró de muy buen humor. Los trabajadores/as gritaban "¡La resistencia es bella!", "¡Sin justicia, no hay paz!" y "¡No toquen nuestra resistencia!" Bailaron juntos al compás de canciones populares, en tanto los conductores que pasaban tocaban la bocina para demostrar su apoyo.
La compañía había colocado autobuses alquilados en las puertas de la fábrica para impedir el acceso a la planta, además de instalar cámaras de vigilancia para espiar a los trabajadores/as. Hablando frente a la puerta de la fábrica, Kemal Özkan, Secretario General Adjunto de IndustriALL, afirmó:
“¡La resistencia es bella! Uds. van a triunfar porque son todas personas hermosas, y Petrol-İş es un sindicato fuerte que gana sus luchas. Vuestras voces se escuchan no sólo en Turquía sino en todo el mundo. Seguiremos apoyando su lucha por la justicia, y vamos a triunfar. Se va a establecer un sindicato en Flormar”.
Desde que el Ministerio del Trabajo de Turquía otorgó reconocimiento a Petrol-İş, el 24 de mayo, la compañía ha despedido a 132 sindicalistas. Aunque esto es ilegal, y el sindicato combate la compañía en los tribunales, la empresa tiene la intención de frenar la campaña de sindicalización. Se cree que el sindicato ganará casos judiciales en que solicita reconocimiento y reincorporación, pero el proceso legal se prolongará y la compañía espera romper la resistencia de los trabajadores/as por medio del agotamiento.
Flormar es propiedad mayoritaria de la enorme empresa francesa de cosméticos Yves Rocher. IndustriALL se ha comunicado con la empresa y también ha intervenido con el Ministerio del Trabajo de Francia en un intento de resolver la disputa. Hasta ahora, la empresa se ha negado a cooperar. IndustriALL está llevando a cabo una campaña internacional al respecto.