9 julio, 2024Una serie de talleres de capacitación para combatir la violencia de género ayudó a varias trabajadoras a enfrentarse a sus agresores, como se desprende de los testimonios recogidos en las reuniones del Comité de Mujeres de IndustriALL.
Uno de estos testimonios fue el narrado por Mukyala Nambi* el 15 de junio. Nambi trabaja hace nueve años en la fábrica de Riley Packaging en Mukono, a unos 22 km de Kampala, donde se producen cajas de cartón corrugado para embalaje. Riley Packaging tiene más de 600 empleados, 120 de los cuales son mujeres, y exporta sus productos a Burundi, la República Democrática del Congo y Sudán del Sur.
Nambi recordó:
“Es la hora de salida después de nuestra larga jornada de trabajo, que empieza a las 7 de la mañana y termina a las 7 de la tarde. Me estoy preparando para irme a casa cuando el supervisor de producción me llama a su oficina. No me explica por qué quiere reunirse conmigo a solas en su oficina después de que la fábrica haya cerrado por el día. Sospecho de sus motivos y me niego a reunirme con él. Se pone furioso. Al día siguiente, comienza a acosarme sexualmente.
El supervisor me intimidó y abusó verbalmente de mí. Se puso a gritarme en plena fábrica, amenazándome con echarme si no accedía a sus insinuaciones”.
Sin miedo, Nambi, delegada sindical en la fábrica, se mantuvo firme frente al acoso y le dijo al supervisor que los trabajadores tenían derechos protegidos por la legislación laboral y la constitución de Uganda. Además, empezó a investigar el comportamiento de esta persona y descubrió algunos casos de abusos sexuales a jóvenes trabajadoras, especialmente a las empleadas con contratos temporales, a las que les prometía empleos fijos.
Los salarios en la fábrica son bajos. Nambi gana 300.000 chelines ugandeses (USD 80) por mes, mientras que a los trabajadores subcontratados se les paga 200.000 chelines (USD 53).
“En cuanto reuní las pruebas suficientes, lo denuncié inmediatamente al director y al departamento de Recursos Humanos. El supervisor fue despedido después de una acción disciplinaria”,
expresó Nambi. Además, el supervisor fue denunciado al Departamento de Inmigración, lo que provocó su deportación de Uganda a la India por violar las condiciones de su permiso de trabajo y falsificar documentos.
Nambi atribuye su valentía al enfrentarse al agresor a una capacitación sobre acoso y violencia de género ofrecida a los sindicatos ugandeses afiliados a IndustriALL través de un proyecto apoyado por la Agencia Danesa de Desarrollo Sindical (DTDA) y la oficina regional de IndustriALL para África Subsahariana. Afirma que esta formación le dio las herramientas necesarias para luchar contra el acoso sexual en su lugar de trabajo. La capacitación abarcó temas relativos a la aplicación del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo para poner fin a la violencia y el acoso en el mundo del trabajo, que Uganda ratificó en 2023. Otra de las cuestiones tratadas fue la inclusión de cláusulas para combatir el acoso y la violencia de género en los convenios colectivos.
“Aplaudimos a Nambi por su valentía al enfrentarse a su agresor. Uno de los temas centrales de nuestra formación sobre el acoso y la violencia de género es el énfasis en reforzar los mecanismos de denuncia y el desarrollo de políticas en el lugar de trabajo que se comprometan a acabar con el acoso sexual. Para conseguirlo, nuestros afiliados en Uganda están trabajando con los propietarios de las fábricas para establecer políticas de género, y celebramos estos esfuerzos”,
expresó Paule France Ndessomin, secretaria regional de IndustriALL para África Subsahariana.
Entre los afiliados de IndustriALL que recibieron esta capacitación se encontraban el Sindicato de Trabajadores de Imprenta, Papel, Polifibras y Afines de Uganda, el Sindicato de Trabajadores del Textil, la Confección, el Cuero y Afines de Uganda y el Sindicato de Trabajadores de la Hostelería, la Alimentación, el Turismo, los Supermercados y Afines de Uganda.
*Este nombre se ha cambiado para proteger la privacidad de la persona involucrada.