1 mayo, 2020Cuando cinco trabajadores dieron positivo a la COVID-19 en la planta Epping de la multinacional farmacéutica Glaxo Smith Kline (GSK), en Ciudad del Cabo, el Sindicato de Trabajadores de la Química, Energía, Papel, Imprenta, Madera y Afines (CEPPWAWU) alertó a la dirección y a las autoridades sanitarias.
Después de que los casos positivos de COVID-19 siguieron aumentando en la fábrica, el CEPPWAWU respondió a las súplicas de los trabajadores. El primer caso en esta planta se informó el 7 de abril. Sin embargo, para el 22 de abril, cuando esta cerró temporalmente, 99 trabajadores habían dado positivo. Los trabajadores están en sus casas, en cuarentena y recibiendo tratamiento.
La dirección sostiene que la fábrica se ha limpiado en profundidad y que se proporcionará equipo de protección personal y desinfectantes a los trabajadores. Además, se examinará a los empleados y se tomarán medidas según los protocolos internacionales de la cadena de suministro de la empresa. También, cuando vuelva a abrir la fábrica, se brindará transporte hacia y desde el trabajo entre cada turno y se practicará el distanciamiento social. El departamento de trabajo y empleo aprobó la reapertura. GSK fabrica medicamentos, vacunas y productos de salud para el consumidor y se trata de un servicio esencial según las normas que rigen el confinamiento.
Welile Nolingo, secretario general del CEPPWAWU, expresó:
“Cuando los trabajadores nos dijeron que estaban trabajando con miedo luego de que sus colegas dieran positivo al coronavirus, nos reunimos con la dirección y acordamos que se cerrara la fábrica. Les recordamos a los empleadores acerca de su responsabilidad de tomar medidas rápidas con respecto a la COVID-19”.
El CEPPWAWU coordinó, a través de IndustriALL, con el Comité de Empresa Europeo de GSK presidido por el delegado de la sección sindical Unite, Tomas O'Curraoin. En un espíritu de solidaridad internacional, Tomas planteó el caso sudafricano directamente al nivel más elevado de la dirección de GSK y se aseguró de que se siguiera el proceso adecuado para proteger la seguridad de los trabajadores en la planta de Epping.
Tom Grinter, director del sector de productos químicos y farmacéuticos de IndustriALL, declaró:
“La salud y la seguridad de los trabajadores es fundamental, especialmente cuando se enfrentan a la pandemia de la COVID-19. GSK emplea a miembros afiliados de IndustriALL en todo el mundo, y estamos trabajando para expandir nuestras relaciones con este empleador farmacéutico global”.
Las estadísticas recientes del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles (NICD) indican que la provincia del Cabo Occidental es el epicentro del coronavirus en el país, con 2135 casos positivos. Según el NICD, la mayoría de las infecciones se producen en fábricas y centros comerciales.
Algunos de los trabajadores de GSK viven en condiciones de hacinamiento en asentamientos informales que hacen imposible ejercer el distanciamiento social. La pandemia está exponiendo la pobreza y la desigualdad en Sudáfrica, donde algunos asentamientos informales recién ahora logran obtener suministros regulares de agua debido a los esfuerzos del gobierno para detener la propagación del coronavirus.
Sudáfrica entró en confinamiento el 26 de marzo, situación que continúa salvo por la apertura de algunas fábricas y minas bajo condiciones estrictas que incluyen el funcionamiento al 50 por ciento de su capacidad.