2 septiembre, 2020Los sindicatos afiliados a IndustriALL Global Union en Sudáfrica están apoyando la investigación actual de la Unidad de Investigación Especial del país sobre actividades fraudulentas en la adjudicación de licitaciones para suministrar al Gobierno el equipo de protección personal (EPP) necesario para la pandemia de COVID-19.
Las licitaciones objeto de la investigación tienen un valor de más de cinco mil millones de rands (US$ 299 millones) y se adjudicaron para la comercialización de máscaras de tela, máscaras quirúrgicas, protectores faciales, batas hospitalarias, delantales, uniformes médicos, overoles, guantes, desinfectantes y otros productos.
Si las licitaciones se hubieran dirigido a industrias de renombre en los sectores de productos químicos, plásticos y textiles, de la confección, el calzado y el cuero, miles de trabajadores se habrían beneficiado.
En cambio, estas se entregaron a personas con conexiones políticas y sociedades ficticias sin experiencia demostrada en la cadena de suministro de EPP. Estos proveedores a menudo inflaron los precios e importaron productos de baja calidad cuando podrían haberse obtenido mejores artículos fabricados localmente a la mitad de precio. El proceso de licitación también incumplió las leyes sobre contenido local.
Para poner a disposición información sobre los fabricantes locales de máscaras y otros productos, el Sindicato Sudafricano de Trabajadores de la Industria Textil y de la Confección (SACTWU) y Brand SA establecieron un portal donde se podía contactar a las fábricas y las pequeñas industrias. También existe información disponible sobre las fábricas que pueden producir PPE, pero los funcionarios gubernamentales, que no fueron transparentes en la adjudicación de las licitaciones, dejaron de lado estos recursos.
El 5 de agosto, en un informe dirigido al parlamento sudafricano, el SACTWU y el Congreso de Sindicatos Sudafricanos expresaron:
“Esta historia corresponde a una traición a la seguridad de los trabajadores de la salud, a los que se pone en riesgo debido al suministro de productos de calidad inferior”.
“Es una historia vergonzosa de la pérdida de oportunidades para comprar y producir localmente muchos productos que normalmente no son necesarios en cantidades tan grandes por parte del Estado, que no está haciendo todo lo posible para apoyar a las fábricas y los trabajadores en una economía en apuros”.
Irvin Jim, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudáfrica, declaró:
“En los últimos tres meses hemos presenciado un aumento sin precedentes de la indignación pública en todo el país contra este Gobierno debido a las revelaciones masivas de corrupción que involucran a los suministros de salud esenciales por la COVID-19”.
Joseph Montisetse, presidente del Sindicato Nacional de Mineros, agregó:
“Debemos protegernos contra la corrupción en todos los sectores de nuestro Gobierno. Es inaceptable que otros encuentren de forma arrogante la oportunidad de enriquecerse con millones de rands asignados para hacer frente al flagelo de la COVID-19”.
Paule France Ndessomin, secretaria regional de IndustriALL para África Subsahariana, declaró:
“Es lamentable que se roben fondos destinados a la pandemia de COVID-19. Son fondos destinados a aliviar el sufrimiento de los trabajadores, las familias y las comunidades. Coincidimos con los sindicatos en que el Gobierno debe actuar con decisión para acabar con esta corrupción”.