12 noviembre, 2014IndustriALL Global Union, UNI Global Union y la Confederación Sindical Internacional (CSI) han rechazado la decisión que tomara hoy el gobierno de Camboya de establecer un salario mínimo de US$ 128 al mes para el sector de la confección. Los sindicatos mundiales consideran que el monto señalado es totalmente insuficiente.
Desde enero, cuando el gobierno envió tropas a las calles para sofocar las protestas que se realizaban por el sueldo miserable de ese entonces, siendo el sueldo mínimo US$ 100 mensuales, los sindicatos locales y mundiales, las marcas internacionales y los gobiernos de diferentes países han venido manifestando claramente que la industria de la confección no puede ser sostenible en lugares donde los sueldos de los trabajadores de la confección sean inferiores o casi al margen del nivel de pobreza. Aunque el sueldo de US$ 128 concedido ahora es un poco más alto que el monto de US$ 123 que recomendara el Comité Consultivo del Trabajo, el gobierno camboyano se ha perdido una importante oportunidad para ofrecer sueldos decentes para los trabajadores y trabajadoras de este sector.
"Un salario digno no sólo es necesario para que los trabajadores vivan con dignidad, sino también es imprescindible para la sostenibilidad de la industria de la confección. Es por eso que las principales marcas internacionales de prendas de vestir han manifestado su apoyo en favor de un salario digno justo", explicó Jyrki Raina, Secretario General de IndustriALL. "Tenemos la intención de exigir que las marcas cumplan su palabra; seguiremos trabajando con ellas hasta que podamos establecer un mecanismo que ofrezca salarios más altos a los trabajadores y trabajadoras de sus fábricas proveedoras".
Hablando en Brisbane antes de la cumbre del G-20, Philip Jennings, Secretario General de UNI Global Unión, dijo lo siguiente: "Los trabajadores y trabajadoras de la confección de Camboya necesitan un aumento de sueldo. Aquí en el G-20 se analizarán las cadenas de suministro, y vamos a dejar en claro nuestra decepción por la medida poco generosa del gobierno de Camboya".
Además, los sindicatos mundiales están profundamente preocupados por los últimos proyectos en carpeta de la Ley de Sindicatos, que representan un terrible error.
"A pesar de que la OIT lleva muchos años pidiendo al gobierno camboyano promulgar una ley en consonancia con los convenios de la OIT, la autoridad camboyana ha hecho todo lo contrario. En su forma actual, la mencionada ley afectaría de manera devastadora a los sindicatos independientes", así lo explicó Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI. Terminó diciendo: "Peor aún, el gobierno agregó cláusulas imprecisas que le dan amplios poderes para suspender los sindicatos que participan en huelgas u otras acciones de protesta ‘perjudiciales para los intereses del Reino de Camboya’. Esto es inaceptable".
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