29 marzo, 2022La situación económica de Sri Lanka, que depende en gran medida del turismo, empeoró durante la pandemia de COVID-19. Ante el disparo de los precios de los productos esenciales como el combustible, las medicinas, la leche y el trigo, así como las tarifas del transporte público, los sindicatos están pidiendo aumentos salariales para asegurar la supervivencia de los trabajadores.
Manifestantes de todo el país han exigido que el gobierno modifique sus políticas económicas para controlar la situación. Los afiliados de IndustriALL Global Union, también miembros del Consejo Nacional de Asesoramiento Laboral (NLAC), advirtieron al gobierno de la desastrosa situación económica y reclamaron asistencia financiera para los trabajadores precarios en el sector privado.
Los sindicatos exigen que todos los hogares con ingresos inferiores a LKR 75.000 (US$ 258) puedan comprar combustible, queroseno, pan, trigo, arroz, etc., a precios de enero de 2020. También piden un aumento salarial de LKR 10.000 (US$ 34) para los trabajadores cuyo salario mensual sea inferior a LKR 60.000 (US$ 206), así como un aumento del salario mínimo de LKR 16.000 (US$ 55) a LKR 26.000 (US$ 89) al mes.
“El país se encuentra en una situación desesperada. Hay personas que mueren mientras hacen largas colas para conseguir combustible. Enviamos una petición al gobierno destacando nuestras demandas. También hemos indicado diversas formas en las que se pueden satisfacer las demandas planteadas, pero el gobierno debe actuar ahora”,
expresó Anton Marcus, cosecretario del Sindicato de Empleados de Zonas Francas y Servicios Generales, afiliado a IndustriALL.
La escasez de combustible ha dado lugar a cortes diarios de energía que obstaculizan la cadena de suministro, y las marcas internacionales que se abastecen en Sri Lanka han expresado su preocupación. Debido a la escasez de materias primas y a los apagones, las fábricas de las zonas francas industriales se han visto gravemente afectadas, lo que ha creado una situación precaria en materia laboral.
Las exportaciones generan una entrada constante de divisas a la economía de Sri Lanka. No obstante, mientras el país enfrenta la peor situación económica en décadas, millones de trabajadores corren el riesgo de perder sus empleos y medios de vida. En algunas fábricas se les ha dicho a los trabajadores que se les ofrecerá trabajo durante cuatro días pero se les pagará por seis días; sin embargo, se les descontará la prima por presentismo que se paga cada mes.
Apoorva Kaiwar, la secretaria regional de IndustriALL Global Union para Asia del Sur, declaró:
“Nuestros afiliados habían planteado el problema de la inflación y el deterioro de las condiciones de vida al gobierno antes de que se presentara el último presupuesto, pero sus reclamos siguen sin cumplirse. IndustriALL insta al gobierno de Sri Lanka a que analice las demandas de los sindicatos para que no se pierdan más vidas”.