15 julio, 2021Las importaciones ilegales provenientes de China están poniendo en peligro la reactivación del sector textil y de la confección en África, según expresaron los afiliados de IndustriALL Global Union en una reunión en línea el 9 de julio.
Otras amenazas incluyen la falta de claridad sobre cómo beneficiará el Área Continental Africana de Libre Comercio a las economías más pequeñas, y cómo se implementará la integración económica regional. En la reunión también se discutió la manera en que los sindicatos pueden seguir organizándose y fortaleciendo su capacidad en medio de la pandemia de COVID-19, que está forzando a algunos compradores de vestimentas a cancelar sus pedidos. Los sindicatos también dialogaron acerca de la transición energética y la fabricación por parte de robots.
Las importaciones baratas desde China han diezmado las industrias textiles en Ghana, Nigeria, Uganda y otros países. En Ghana, solo 4 de 30 empresas textiles siguen funcionando, según el Sindicato de Trabajadores Industriales y Comerciales (ICU). El sindicato declaró que el país solía fabricar hilo para telas que se vendían en el mercado local y en África Subsahariana, pero ya no.
Solomon Kotei, el secretario general del ICU, expresó:
“El ingreso ilimitado de textiles chinos baratos y de menor calidad en el mercado ghanés debido a la globalización, la liberalización comercial, los protocolos y los acuerdos comerciales, resultó en un golpe devastador para el sector textil. Los clientes establecidos del sector textil traicionaron su lealtad y comenzaron a comprar los textiles baratos inferiores importados desde China”.
“Lo que destruyó al sector textil es que las empresas chinas piratearon los diseños de los fabricantes textiles de Ghana, especialmente los de Tex Styles Ghana Limited, imprimieron los diseños con una calidad inferior e inundaron el mercado textil de Ghana con precios más bajos”.
Los sindicatos le han planteado el problema al gobierno y pidieron el ajuste de las licencias de importación para proteger a las industrias locales.
En Nigeria, si bien los sindicatos lograron involucrar al gobierno en la formulación de la política sobre algodón, textiles y confección (CTG) destinada a reactivar el sector, en la reunión se expresó que las importaciones baratas desde China siguen socavando estos esfuerzos. A esto se le suma la inseguridad en algunas partes del país, que facilita el contrabando y la corrupción.
Joachim Opara, secretario general adjunto del Sindicato Nacional de los Trabajadores del Sector Textil, de la Confección y la Sastrería de Nigeria, expresó:
“Gracias a la política sobre CTG, los sindicatos alcanzaron un acuerdo con el gobierno para que las industrias de la confección locales suministren los uniformes a las fuerzas armadas, a la policía y a la fuerza naval. Además, los agricultores también cultivaron más algodón y los sindicatos apoyaron la fabricación de textiles de mejor calidad y cantidad para el mercado local”.
Los participantes de la reunión afirmaron que hay muchas maneras de dar sostenibilidad a los sindicatos. Por ejemplo, el Sindicato Sudafricano de Trabajadores de la Industria Textil y de la Confección (SACTWU) ha implementado varias estrategias que incluyen hacer campaña por un plan de trabajo decente, convenios colectivos, diálogo social y el fortalecimiento del “poder social de los sindicatos” para ser de mayor utilidad a sus miembros.
Simon Eppel, un investigador del SACTWU, declaró:
“El sindicato realizó un abordaje estratificado mediante el cual identificó que es necesario industrializar en lugar de exportar las materias primas. Desarrollamos un sistema de monitoreo para detectar fraudes porque estábamos perdiendo fábricas. También hubo negociaciones a nivel directivo, y tuvimos aliados en los medios. Para obtener el apoyo de los empleadores, sostuvimos que era necesario mejorar la gestión de las fábricas, con entregas rápidas de productos de calidad a precios asequibles. También hubo manifestaciones en las calles contra la pérdida de trabajos y se formaron coaliciones con los trabajadores minoristas”.
Los sindicatos también lucharon contra la violencia sexual y de género en las fábricas de confección en Lesoto.
“Nos asociamos con organizaciones internacionales como el Consorcio para los Derechos de los Trabajadores y organizaciones no gubernamentales locales para terminar con la violencia sexual y de género en las fábricas de Nien Hsing e Hippo Knitting”,
expresó en la reunión May Rathakane, secretaria general adjunta del Sindicato Democrático Independiente de Lesoto.
“La reactivación económica en el sector textil y de la confección de África Subsahariana debe ser justa, inclusiva y equitativa. No debe ser solo para conservar el valor de los accionistas sino para defender los derechos de los trabajadores a la seguridad laboral y una indemnización por despido justa”,
expresó Valter Sanches, secretario general de IndustriALL.
La directora del sector, Christina Hajagos-Clausen, declaró:
“Apoyamos la propuesta del llamado a la acción por parte de las principales partes interesadas para formar un fondo de protección social mundial para los trabajadores de la confección, el cual prestará una protección social eficaz para mitigar el daño de la pandemia de COVID-19”.
Entre las partes interesadas se incluye a los gobiernos, los bancos y las instituciones financieras, las organizaciones internacionales, las marcas y los minoristas, las organizaciones de empleadores, los sindicatos y los socios de desarrollo.