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12 enero, 2018Sindicatos afiliados a IndustriALL en Argentina y Uruguay participarán en una movilización en solidaridad con Lula y en defensa de la democracia en Brasil, a desarrollarse el 24 de enero en Puerto Alegre
El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, será juzgado por corrupción en un segundo tribunal de apelación el 24 de enero en Porto Alegre, RS, Brasil. De confirmarse la condena del primer nivel, no podrá ser un candidato elegible para las próximas elecciones presidenciales de octubre de 2018 (a pesar de que todavía puede apelar a una instancia superior).
Los movimientos sindicales y sociales de Brasil realizarán una movilización masiva en solidaridad con Lula el 24 de enero en Porto Alegre, como parte de la campaña que lanzaron el 8 de enero. Los afiliados a IndustriALL Global Union en Argentina y Uruguay, y las demás oficinas de las Federaciones Sindicales Internacionales (FSI) en la región del cono sur (UNI, PSI, BWI, ITF, CSA, etc.) también están convocando a sus sindicatos a asistir.
Desde el golpe de Estado efectuado en Brasil hace dos años, el ex presidente es víctima de una serie de acusaciones vacías y no comprobadas de corrupción. El próximo 24 de enero, tres jueces de Porto Alegre van a resolver si convalidan o corrigen la condena a nueve años y medio de prisión que le aplicaron el 12 de julio.
Las organizaciones sindicales consideran que se trata de un nuevo intento para evitar que sea candidato a la presidencia en las elecciones de octubre de 2018. Distintos sondeos señalan que es el candidato favorito, al liderar la intención de voto para las presidenciales con un 45%.
Durante su presidencia de 2003 al 2010, el gobierno de Lula sacó a 40 millones de personas de la pobreza, redujo la mano de obra infantil, potenció a las mujeres, elevó el salario mínimo en un 72%, creó 15 millones de empleos, 7 millones de lugares en la Universidad y proporcionó la seguridad social – la Bolsa Familia. Lula logró todo esto al mismo tiempo que, gracias a la inclusión de millones en el mercado de consumo, crecía la economía de Brasil y garantizaba la justa distribución de la nueva riqueza de ese producto.
“Es nuestro deber defender el legado de Lula respecto a la inclusión social, la promoción de los derechos de los trabajadores, la soberanía de los países en desarrollo y por todo lo que representa para la clase trabajadora en el mundo”
concluyó el secretario general de IndustriALL, Valter Sanches.