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14 febrero, 2018Las centrales sindicales de Brasil anunciaron que van a desarrollar una huelga general con movilizaciones el 19 de febrero para intensificar la lucha contra la impopular reforma de pensiones
La votación de la PEC 287 está programada para el 19 de febrero en la Cámara de Diputados. Los sindicatos desarrollarán un día nacional de lucha que incluirá paralizaciones en los lugares de trabajo, movilizaciones y reuniones con los diputados para manifestar que implica un retroceso en los derechos.
Los trabajadores argumentan que el gobierno golpista -no electo por el voto popular- desarrolla una campaña publicitaria millonaria y engañosa para aprobar la reforma de pensiones. Por eso deben contrarrestarla brindándole información verídica a la población.
Según la campaña, la propuesta no perjudica a los pobres. Sin embargo, las centrales sindicales dicen que repercute en toda la clase obrera. De ser aprobada la propuesta, todos los trabajadores comenzarán a tener dificultades para acceder a una jubilación integral, porque deberán contribuir durante 49 años.
En tanto, para obtener una jubilación parcial (del 60%) tendrán que realizar 15 años de contribuciones, además de tener la edad mínima requerida (65 años para los hombres y 62 las mujeres). Aún así, continuará siendo difícil para los trabajadores alcanzar esos años de aporte, debido a la combinación con la reforma laboral.
La reforma laboral -que entró en vigor en noviembre- legaliza el trabajo precario, y promueve el empleo informal y tercerizado. Los trabajadores informales generalmente no realizan aportes jubilatorios, por lo cual muchos no van a alcanzar los 15 años de contribuciones para jubilarse. A su vez, la precarización del trabajo suele ser mayor en las personas con menores ingresos, por lo tanto ambas reformas también repercuten en los extractos sociales más pobres del país.
La informalidad en Brasil creció un 5,5% en 2017 en comparación a 2016, lo que significa que 159 mil personas no tienen empleos con contratos permanentes, dice un reciente informe del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). A su vez, el documento destaca que la tasa media de desempleo anual en Brasil subió del 11,5% al 12,7& en 2017, la mayor en la historia de IBGE. Hoy el país tiene 13,2 millones de personas desempleadas.
Los datos muestran que las consecuencias de la reforma laboral no son las prometidas por el Gobierno, quien aspiraba a la generación de nuevos empleos. Los sindicatos demostrarán con su lucha que si aprueban la reforma de pensiones, el Gobierno volverá a incumplir sus promesas y dañará los derechos laborales.
Por su parte, el secretario regional de IndustriALL Global Union, Marino Vani, dijo al respecto:
“Nos solidarizamos con la lucha de los sindicatos en Brasil. La reforma es otra mentira del gobierno ilegitimo y de un parlamento mayoritariamente corrupto. Propone aumentar los años de aporte de los trabajadores, brinda privilegios a los militares y no ataca ninguno de los beneficios de los jueces ni de los políticos. Es una reforma para explotar los sistemas de pensiones privados, en especial el grupo de comunicaciones “Globo” que es dueño de la mayor empresa de seguros y pensiones privada de Brasil”