29 agosto, 2024La cooperación entre sindicatos belgas y malgaches es testimonio de cómo los sindicatos en el norte y el sur global están trabajando juntos en temas clave como la Transición Justa y la diligencia debida en materia de derechos humanos.
En un taller de desarrollo sindical, celebrado en Toamasina los días 20 y 21 de agosto, se puso de relieve el papel fundamental de la solidaridad sindical a nivel internacional. Además, se hizo hincapié en la importancia de situar los debates sobre la Transición Justa en un marco de derechos laborales que incluya los derechos de las mujeres mineras, así como se destacó la campaña de los sindicatos malgaches a favor de la ratificación del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para acabar con la violencia y el acoso en el mundo del trabajo. Finalmente, se recomendó al gobierno de Madagascar que aplicara la legislación laboral nacional, incluido el código de minería, para fomentar unas condiciones de trabajo decentes.
Entre los participantes del taller se encontraban tres dirigentes sindicales de la federación belga CSC-BIE y trabajadores de las minas de níquel y cobalto de Ambatovy en Moramanga y Toamasina. Estos mineros están afiliados al sindicato Syndicalisme et Vie des Societes (SVS), y tanto la CSC-BIE como el SVS están afiliados a IndustriALL Global Union. Además de su labor en Madagascar, la CSC-BIE también promueve la diligencia debida en materia de derechos humanos a lo largo de las cadenas de suministro en África Subsahariana, así como lleva a cabo diversas actividades de desarrollo sindical en Senegal, que incluyen la aplicación de técnicas innovadoras de reclutamiento y sindicalización.
En el taller se debatió cómo la transición energética de economías altas a bajas en emisiones de carbono repercute en los trabajadores y las comunidades de Madagascar y constituye una oportunidad para consolidar el poder sindical. Los participantes también mencionaron que Madagascar es un productor de minerales de cobalto, níquel, ilmenita y cromo, algunos de los minerales críticos necesarios para la transición energética, y que la explotación de estos recursos podría crear puestos de trabajo dignos y estimular el desarrollo económico de la isla más grande de África.
Se hizo hincapié en la necesidad de redoblar los esfuerzos para afiliar a más miembros al sindicato. Por ejemplo, se recomendó a los sindicatos que desarrollaran una estrategia de sindicalización con perspectiva de género, que lucharan contra la discriminación a la hora de contratar a mujeres y que aumentaran su acceso a los sindicatos. Esta estrategia también debería incluir temas como los salarios mínimos vitales, el fin de las condiciones laborales precarias para las mujeres y la reducción de la brecha salarial por razón de género.
En cuanto a la diligencia debida en materia de derechos humanos, Jan Franco, responsable internacional de la CSC-BIE, declaró:
“Este es un enfoque que los sindicatos pueden utilizar para debatir sus planes respecto a la Transición Justa. La importancia de la diligencia debida en materia de derechos humanos radica en que aborda las infracciones en materia de trabajo a lo largo de las cadenas de suministro y busca que las empresas o negocios infractores se hagan responsables, ya que permite que los casos también puedan juzgarse en los tribunales europeos”.
En mayo, la Unión Europea aprobó la Directiva sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad.
“La solidaridad mundial en materia de sindicalización es clave para la cooperación entre los sindicatos del norte y el sur global. Ofrece al movimiento sindical la oportunidad de aprender y reflexionar a partir de las experiencias de distintos países que, a pesar de ser muy distantes entre sí, están comprometidos con el avance de los derechos e intereses de los trabajadores”,
declaró Paule France Ndessomin, secretaria regional de IndustriALL para África Subsahariana.