18 junio, 2014El tema de la sostenibilidad está al centro de esfuerzos de parte de sindicatos brasileros de postergar la adopción de una nueva ley de minería hasta que haya un proceso de consulta pública.
Sindicatos así como grupos sociales y ambientales brasileros están unidos en un intento de postergar la votación del nuevo código minero que según ellos carece de legitimidad.
Que Brasil necesita un nuevo código de minería es innegable. En los 47 años desde la última revisión del marco regulatorio por el entonces régimen militar, la minería ha crecido rápidamente y el impacto en las comunidades y el medio ambiente ha crecido en la misma proporción.
Lo que denuncian los opositores a la propuesta, es la falta de participación de la sociedad civil en regular un bien natural común no renovable, así como el contenido que protege los intereses de las empresas mineras sin tomar en cuenta el impacto socio-ambiental.
El proyecto se debatió a puerta cerrada durante cuatro años antes de ser enviado al Congreso bajo un régimen de urgencia, permitiendo sólo 90 días para el debate público. A raíz de protestas se retiró posteriormente el régimen de urgencia, con lo cual el plazo actual para la adopción es incierto.
Sindicatos y grupos de la sociedad civil, entre ellos CNQ-CUT , afiliada de IndustriALL Global Union, presentaron 53 propuestas de enmiendas relativas a trabajo decente, salud y la seguridad, impacto social y ambiental, participación de los actores sociales y desarrollo sostenible. Por otra parte, unas 250 propuestas reflejan los intereses de las empresas mineras y de los mercados internacionales. No se sabe hasta donde se tomarán en cuenta estas propuestas de enmiendas.
Los sindicatos solicitan que se convoque una conferencia nacional de minería a fin de construir una ley que refleje la diversidad de intereses de la sociedad brasileña."
Brasil cuenta con más de 7000 minas activas que producen 80 minerales diferentes. Es uno de los mayores productores mundiales de mineral de hierro, bauxita, oro, níquel, niobio y manganeso. El sector provee más de 900.000 empleos formales.