8 diciembre, 2023Los sindicatos austriacos Pro-GE y GPA salieron airosos de la última ronda de negociación colectiva en el sector metalúrgico. Después de una intensa batalla y la primera huelga de esta industria realizada en Austria desde 2018, los esfuerzos concertados de los sindicatos dieron lugar a importantes beneficios para más de 200.000 trabajadores en seis subsectores.
A partir del 1 de noviembre de 2023, todos los empleados de la industria metalúrgica recibirán un aumento salarial irrevocable del 10 por ciento, con un tope de EUR 400 al mes.
Este acuerdo beneficia a los trabajadores de todas las escalas salariales y responde a diferentes necesidades, en particular las de los grupos de ingresos bajos y medios. También habrá aumentos significativos en los salarios mínimos, los subsidios, los reembolsos y la remuneración de los aprendices.
El acuerdo también prevé cláusulas de onerosidad excesiva para las empresas que enfrentan dificultades económicas. El uso de tales cláusulas deberá estar justificado y respaldado por los sindicatos y las organizaciones de empleadores.
Estos resultados son producto de una intensa lucha que comenzó en septiembre, cuando los sindicatos plantearon demandas destinadas, principalmente, a aliviar la apremiante crisis del costo de vida. La demanda central de un aumento salarial del 11,6 por ciento, junto con las mejoras cualitativas de los acuerdos vigentes, sentaron las bases para un proceso de negociación en el que se vio una enorme brecha entre las demandas de los sindicatos y las ofertas iniciales de los empleadores.
Rompiendo con el método tradicional de vincular los salarios a la tasa de inflación de los 12 meses anteriores, los empleadores llegaron a proponer recortes de los derechos existentes, incluidas las bonificaciones por horas extras. En respuesta, Pro-GE y GPA elaboraron un plan de acción integral para ejercer la presión necesaria.
Siete conferencias regionales, a las que asistieron más de 2300 representantes de la empresa, apoyaron inequívocamente la decisión de organizar reuniones y paros hasta llegar a un acuerdo. La ola de solidaridad posterior fue impresionante: más de 100.000 trabajadores participaron en huelgas en todo el país, tanto en grandes corporaciones como en pequeñas y medianas empresas.
Atle Høie, el secretario general de IndustriALL, expresó:
“Felicitamos a los sindicatos por su triunfo en esta ronda de negociación colectiva. Esta vez fue necesario hacer huelga, pero, a través de la unidad y la fuerza, los sindicatos demostraron a los empresarios metalúrgicos que nada puede debilitar su determinación”.
Se llevaron a cabo paros laborales estratégicos en 140 empresas, complementados con marchas de protesta en grandes ciudades como Viena y Salzburgo. Los sindicatos recibieron mensajes de solidaridad de parte de federaciones internacionales y sindicatos hermanos, que demostraron su pleno apoyo a la causa.
Isabelle Barthès, secretaria general en funciones de industriAll Europe, declaró:
“Además de abordar las preocupaciones inmediatas de los trabajadores, el acuerdo sienta un precedente positivo para la negociación colectiva en el país. Demuestra el poder de la acción colectiva, de la solidaridad internacional y el fuerte compromiso de Pro-GE y GPA para garantizar condiciones justas y equitativas para los trabajadores de la industria metalúrgica austriaca”.