6 diciembre, 2018Una oleada de huelgas en la provincia de Juzestán ha dado lugar a la detención y tortura de destacados activistas.
Los trabajadores de la planta de Iran National Steel en Ahvaz se han declarado en huelga varias veces el año pasado, en un continuo conflicto en el que exigen los salarios impagados y que su factoría vuelva a ser de propiedad pública. Han formado vínculos de solidaridad con trabajadores del complejo de caña de azúcar de Haft Tappeh en la ciudad de Shush, que han estado en huelga durante más de un mes por los salarios impagados y la supuesta corrupción de los directores.
También hay huelgas en la refinería de petróleo de Abadán, en el proyecto Ahvaz Metro y de empleados municipales en Hamidiyeh.
El líder iraní, Ayatollah Ali Khamenei, dice que las huelgas están dirigidas por enemigos extranjeros que tratan de destruir la economía. Pero los trabajadores responden describiendo a Irán como "la Casa de los Ladrones -única en el mundo", e insisten en que "Nuestro enemigo está aquí – mienten cuando dicen que es América".
El 18 de noviembre, una manifestación de 4.000 trabajadores de Haft Tapeh en Shuh fue atacada por las fuerzas de seguridad, y 18 destacados dirigentes sindicales fueron detenidos. El día siguiente, a los trabajadores del complejo de azúcar se unieron en una manifestación de solidaridad miles de trabajadores siderúrgicos de Ahvaz. Los trabajadores se manifestaron ante la oficina del gobernador, exigiendo la liberación de los activistas.
Estudiantes de varias universidades también se manifestaron para apoyarles.
Las autoridades liberaron a 14 de los activistas, pero Esmail Bakhshi, Mohamad Khanifar, Moslem Armand, Hosein Fazel y el activista estudiantil Sepideh Gholian siguen en prisión.
Según numerosas informaciones, los activistas están siendo torturados. Esto ha sido confirmado recientemente por las familias de Bakhshi y Gholian que pudieron visitarles en la cárcel. Han informado de que ambos han sufrido fuertes palizas y se les ha sometido a incomunicación. Bakhshi ha tenido graves contusiones en la cabeza. Y ha sido presionado para que desconvoque la huelga.
El afiliado iraní a la IndustriALL Global Union la Unión de Trabajadores Metalúrgicos y Mecánicos de Irán, dijo:
“Condenamos la severas condiciones físicas y psicológicas impuestas a Esmail Bakhshi y Sepideh Gholian y exigimos su inmediata e incondicional liberación.
“La responsabilidad de su sufrimiento incumbe al Estado iraní. Estamos profundamente preocupados por sus vidas, y cada vez más.
“Pedimos a los trabajadores de Irán y del mundo entero que hagan campaña por la liberación de todos los detenidos.”
El secretario general adjunto de la IndustriALL Kemal Özkan dijo:
“Esta tentativa de romper la huelga mediante la violencia y la intimidación es una gran vergüenza para el régimen iraní. Los trabajadores están en huelga por los salarios que se han ganado, y sus dirigentes padecen con gran valor la tortura por defenderlos.
“Irán tiene que respetar los derechos sindicales y los Convenios fundamentales de la OIT, en particular los núms. 87 y 98. Los sindicalistas deben poder realizar su cometido sin intimidación ni acoso, y tienen derecho a crear sindicatos independientes."
La acería y el complejo de caña de azúcar se privatizaron en circunstancias nada claras. Los propietarios privados adquirieron las plantas a muy bajo precio y no pagan regularmente los salarios. Las empresas no reconocen a los sindicatos independientes, que a veces consiguen que se paguen los salarios atrasados recurriendo a huelgas salvajes.