26 octubre, 2022El 24 de octubre, la Confederación Sindical Internacional (CSI), LO Noruega e IndustriALL celebraron el último de una serie de talleres tecnológicos que han tenido lugar en 2022 sobre captura y almacenamiento de carbono, como parte de la iniciativa para una Transición Justa en el sector de la energía
La conversión de residuos en energía con captura y almacenamiento de carbono (CAC) puede proporcionar un tratamiento final para los residuos no reciclables, elimina el CO2 de la atmósfera y produce calor y electricidad a nivel local. Sin embargo, los expertos explicaron que se necesitan el marco y las condiciones adecuadas para implementar esta tecnología.
Se producen muchas emisiones en las industrias pesadas europeas, como la del hierro y el acero, la petroquímica y la de los minerales no metálicos y, con excepción del acero verde, pocas formas de reducir estas emisiones que sean viables desde el punto de vista comercial. En este contexto, la CAC representa una solución valiosa para estas emisiones difíciles de reducir. Existen diversas oportunidades para desarrollar la tecnología de CAC y Noruega es uno de los principales países que invierten en ella.
“La captura de CO2 representa el mercado más grande en la cadena de valor de la CAC. Es importante que informemos sobre las oportunidades de reducción de emisiones, así como sobre los empleos de transición”.
Expresó Are Tomasgard de LO Noruega.
Diversas instituciones científicas de Noruega han llevado a cabo investigaciones para los sindicatos en torno a la creación de empleo y las oportunidades que brinda la captura y almacenamiento de carbono, con el objetivo de crear un plan de negocios integral. Las organizaciones empresariales y los sindicatos han estado trabajando de forma conjunta para analizar los aspectos relacionados con la Transición Justa tomando en cuenta la CAC.
Las conclusiones de las investigaciones muestran que, en cuanto a la creación de empleo en la CAC, las cifras son altas, tanto en la captura como en el transporte de CO2 a los sitios de almacenamiento, y que la CAC puede ayudar a mantener los empleos actuales en la industria al tiempo que reduce las emisiones. Para habilitar este potencial de creación de empleo, es necesario invertir y contar con apoyo gubernamental, así como centrarse en la realización de un proyecto a gran escala.
“Los sindicatos deben asegurarse de que los trabajadores estén sindicalizados. El conocimiento técnico otorga potencial internacional. El proyecto a gran escala podría aportar tecnología, soluciones y experiencia calificadas que serían beneficiosas a escala global”.
Agregó Tomasgard.
Markus Hole de Celsio, participante del proyecto noruego Longship, explicó que es el proyecto de captura y almacenamiento de carbono a gran escala del Gobierno de su país. Es la primera red transfronteriza de infraestructura de transporte y almacenamiento de CO2 de fuente abierta y ofrecería a las empresas de toda Europa la oportunidad de almacenar su CO2 de forma segura y permanente bajo tierra.
“La primera fase del proyecto se completará a mediados de 2024 con una capacidad de hasta 1,5 millones de toneladas de CO2 por año”.
Indicó Hole.
Olav Øye de BELLONA, una ONG ambiental que trabaja junto con empleadores y sindicatos noruegos para obtener soluciones al cambio climático, expuso su recomendación respecto a la captura y almacenamiento de carbono, que consiste en:
“crear un marco jurídico y financiación para el transporte y almacenamiento de CO2; capturar y almacenar emisiones en lugar de cerrar industrias; y no esperar al hidrógeno verde hasta 2035: ¡comenzar con la CAC ahora mismo!”
Hubo varias preguntas de los participantes sobre si el CO2 capturado se puede utilizar para productos o en procesos industriales. Los expertos explicaron que la investigación y los proyectos piloto muestran resultados prometedores en cuanto al uso de CO2 en productos químicos, materiales de construcción y combustibles sintéticos. Sin embargo, no todos los usos del CO2 capturado resultan en una reducción de las emisiones. Esto depende de la cantidad de energía que se utiliza para convertir el CO2 en productos, entre otros factores. La evaluación del ciclo de vida de las emisiones es crucial.
Otra preocupación planteada, especialmente proveniente del sur global y considerando la gran inversión necesaria para habilitar la infraestructura para proyectos de CAC a gran escala, fue qué atractivo podrían presentar para las economías más pequeñas que son, a su vez, grandes emisoras. En África, donde la energía solar es abundante, la CAC resulta menos atractiva debido a la importante inversión necesaria y la existencia de alternativas para la generación de energía.
En la región de Oriente Medio y África del Norte (MENA), los combustibles fósiles son importantes debido a la dependencia de las economías regionales de la producción y exportación de petróleo y gas. Esta industria proporciona muchos empleos e ingresos. En Irak, más del 90 % del presupuesto del país proviene del petróleo y el gas, al tiempo que la región de MENA es la más afectada por el cambio climático, con consecuencias que van desde la sequía hasta la escasez de agua, las olas de calor y el daño a los ecosistemas.
“Ha habido algunas iniciativas en la región para reducir las emisiones de CO2. Por ejemplo, cambios que apuntan a la producción de energías renovables e inversiones en CAC. La energía solar también tiene un enorme potencial en la región. La razón por la que la CAC es tan atractiva para los Estados del Golfo es que les permitiría reducir las emisiones. La tecnología es especialmente interesante para los sindicatos de la región porque ayudaría a que la industria no se cierre de inmediato, sino que el primer paso sería lograr que sea más limpia”.
Expresó Ahmed Kamel, secretario regional de IndustriALL para la región de MENA.
La Ley de Reducción de la Inflación de los Estados Unidos (IRA) prevé fondos federales para establecer centros de CAC en diferentes regiones. En el Valle de Ohio, un grupo de estados, actores industriales y sindicatos, incluido el United Steelworkers (USW), trabajan de manera conjunta para solicitar fondos con el objetivo de construir un complejo de CAC e hidrógeno para reducir las emisiones de las centrales eléctricas de carbón e instalaciones para el acero y de minería.
El USW también representa a los trabajadores de refinerías en Estados Unidos, que están preocupados por la posibilidad de perder sus empleos. La financiación federal en el país para proyectos industriales que pueden reducir las emisiones es significativa. El USW está estudiando cómo influir en el destino de estos recursos para garantizar que se tengan en cuenta las plantas de refinería.
“EXXON y otras empresas proyectan construir la instalación de CAC más grande del mundo en el Golfo de México para capturar las emisiones de refinerías, plantas químicas y depósitos de petróleo. Este proyecto requerirá mucha más financiación, incluso teniendo en cuenta el dinero que proporciona el Gobierno, ya que la infraestructura para su desarrollo es enorme. A pesar de estos ejemplos, en general, los sindicatos no advierten esfuerzos suficientes para conservar los puestos de trabajo”.
Declaró Mike Smith de USW.