24 agosto, 2023En las últimas dos semanas, las autoridades bielorrusas han arrestado a más trabajadores y dirigentes sindicales por luchar por su derecho a afiliarse a sindicatos y expresar su descontento con el Gobierno del país.
A mediados de agosto, Volha Brytsikava, expresidenta del sindicato de empleados de Naftan, perteneciente al Sindicato Independiente de Bielorrusia (BNP), fue detenida cerca de Navapolatsk. Su exvicepresidente, Aliaksandr Balonkin, fue detenido en la noche de ese mismo día.
El activista Aliaksandr Kukharonak, uno de los primeros en declarar una huelga en Naftan en 2020, fue detenido por la policía antidisturbios en el pueblo de Rositsa. Dichas fuerzas policiales registraron su casa y la de sus padres.
Tanto Volha Brytsikava como Aliaksandr Kukharonak habían sido detenidos en varias ocasiones entre 2020 y 2022, acusados de reclamar sanciones y otras acciones que apuntaban a dañar la seguridad nacional de Bielorrusia.
El 15 de agosto, las autoridades detuvieron a tres empleados en la planta de gas de Navagrudak. Según activistas de derechos humanos, la policía realiza estos arrestos en las fábricas casi todas las semanas, y a menudo acusan a los detenidos de estar suscriptos a “canales extremistas”. Esporádicamente, los trabajadores se ven obligados a entregar sus teléfonos para su inspección.
A principios de agosto, la policía detuvo brutalmente a un soldador de la empresa Gomselmash y lo acusó de enviar enlaces a recursos extremistas. Toda la información que critique la gestión del presidente Lukashenko se considera extremista.
Otro trabajador de la fábrica de Gomel Maltal y Normal Molders fue arrestado por dale “Me gusta” a una publicación relacionada con la formación de un modelo de gestión totalitaria en Bielorrusia.
Maxim Pozniakov, presidente del BNP, afiliado a IndustriALL, señaló:
“Esta nueva ola de detenciones en empresas bielorrusas demuestra que las protestas laborales son el peor temor del régimen de Lukashenko. También creo que el régimen no ha entendido la gravedad de la situación relacionada con la aplicación del artículo 33 del Estatuto de la OIT a Bielorrusia, ya que ha comenzado una nueva ola de represión. Esto no es propicio para mejorar las relaciones con la OIT y puede conducir a la aplicación de las medidas y sanciones más graves”.
Junto con otras federaciones sindicales internacionales, IndustriALL se ha opuesto y condenado continuamente las acciones contra los dirigentes sindicales y ha exigido que se retiren todos los cargos contra ellos. El Gobierno bielorruso está violando los Convenios 87 y 98 de la OIT sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación y el derecho de sindicación y de negociación colectiva, respectivamente. También ha habido denuncias del uso del trabajo forzoso.
En junio de este año, los asistentes de la Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada anualmente, adoptaron una resolución sobre Bielorrusia, en virtud del artículo 33 de la Constitución de la OIT, en la que cuestionaron el continuo desprecio de este país por los derechos laborales y la detención de innumerables sindicalistas. Esta es la medida más fuerte posible bajo la Constitución de la OIT contra un Estado que viola los derechos laborales.
Kemal Özkan, secretario general adjunto de IndustriALL, declaró:
“La escalada de arrestos en Bielorrusia muestra una continuación de las violaciones de los derechos laborales y sindicales. IndustriALL ayudará a los sindicatos independientes bielorrusos en su lucha por seguir funcionando, continuará apoyando públicamente el movimiento por los sindicatos independientes y la democracia en Bielorrusia, y utilizará su voz a nivel mundial para condenar la fuerte opresión que enfrentan”.
Foto cortesía de Salidarnast.info