24 septiembre, 2013El Presidente de México, Enrique Peña Nieto, reunido en un diálogo que habían solicitado IndustriALL y la CSI, reconoció a Napoleón Gómez como dirigente sindical, prometiendo que su gobierno no perseguirá a los sindicatos independientes.
La IndustriALL Global Union y sus organizaciones fundadoras, desde hace varios años, han centrado su atención en la situación de los derechos sindicales en México. Constituye un problema fundamental el hecho de que un 90 por ciento de los convenios colectivos sean los llamados contratos de protección, que protegen a las empresas contra los sindicatos de verdad.
En forma habitual, los dirigentes de sindicatos amarillos firman acuerdos muy modestos con la empresa, a espaldas de los trabajadores, a quienes no informan sobre los acuerdos que firman, o éstos ni siquiera saben que tienen un sindicato. Por supuesto, los líderes del “sindicato” perciben una buena remuneración por su trabajo de consultoría.
Los contratos de protección mantienen bajos los salarios. Según un estudio reciente realizado por el Bank of America, hace diez años los trabajadores industriales mexicanos ganaban tres veces más que sus compañeros chinos. Ahora los salarios en la China superan en un 20 por ciento los salarios de México.
Los sindicatos independientes como Los Mineros, (sindicato de los trabajadores mineros y metalúrgicos), se han constituido en una molestia para las grandes empresas. Los sindicatos independientes han insistido tenazmente en lograr por medio de la negociación aumentos salariales tres veces mayores que los que han conseguido los sindicatos amarillos, a veces después de haber declarado una huelga.
En 2006, el líder de Los Mineros, Napoleón Gómez, dirigente de Los Mineros, tuvo que salir de México para el exilio en Canadá, tras recibir amenazas de muerte. El gobierno y las grandes empresas han hecho acusación tras acusación en su contra. Todas las acusaciones han sido rechazadas por los tribunales. No todo está podrido en México.
Cuando se eligió, recientemente, un nuevo gobierno en México, IndustriALL, junto con la CSI, decidió indagar si había posibilidad de una nueva apertura.
Sharan Burrow y yo encabezamos, el 23 de agosto, una delegación conjunta de la CSI e IndustriALL; en esta delegación se incluía al USW. Nos reunimos con Enrique Peña Nieto, Presidente de México y con Alfonso Navarrete Prida, Secretario del Trabajo, en el Palacio Presidencial de Los Pinos, en la ciudad de México. Con aquella visita se inició un diálogo que no había sido posible con el gobierno anterior.
El Presidente y el Secretario del Trabajo afirmaron que el nuevo gobierno no tenía intención de perseguir a los sindicatos independientes. Manifestaron su compromiso de buscar la resolución de los conflictos existentes. En particular, reconocieron a Napoleón Gómez como dirigente legítimo de Los Mineros.
Dije que acogía con agrado ese reconocimiento, pero manifesté que se tenía que terminar con la persecución judicial contra Napoleón Gómez. También conversamos sobre las negociaciones en curso con el sindicato de trabajadores electricistas SME para buscar una solución al conflicto de los 16.000 trabajadores restantes.
El gobierno se comprometió a llevar un diálogo sobre los contratos de protección, reconociendo que, aunque existen, no tienen el carácter de un instrumento legítimo dentro de la ley. El Ministro del Trabajo se comprometió a tomar medidas para ratificar el Convenio 98 de la OIT, a consultar con el Director General de la OIT en relación con la revisión técnica de la reforma de la legislación laboral del año pasado, y estudiar la posibilidad de establecer un diálogo con los sindicatos, en consonancia con las recomendaciones de la OIT respecto a la queja número 2694.
En suma, ahora tenemos una apertura que vamos a aprovechar con los sindicatos mexicanos y el gobierno. Continuará la campaña de IndustriALL en México para que Napoleón Gómez pueda retornar a México sin peligro, y procurar que todos los trabajadores y trabajadoras mexicanos tengan el derecho de afiliarse libremente a un sindicato, y a disfrutar de la protección de un convenio colectivo auténtico.