3 diciembre, 2014Están disminuyendo rápidamente las posibilidades de reducir las emisiones para evitar el desastre climático, dijo Manuel Pulgar-Vidal, ministro de Medio Ambiente de Perú y presidente de la COP-20, la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebra en Lima (Perú).
Sin embargo, en su intervención en la plenaria inaugural de la COP-20, que durará del 1 al 12 de diciembre, Pulgar-Vidal trató de transmitir cierto optimismo, insistiendo en que con flexibilidad y compromiso es posible avanzar.
La principal expectativa de esta COP es sentar las bases para firmar un nuevo acuerdo mundial vinculante sobre las emisiones de gases de efecto invernadero, si todo va bien, en la COP-21 en París, en 2015.
En los últimos cinco años transcurridos desde la COP-15 en Copenhague, las Partes han tratado de reconstruir un consenso global después de que los líderes nacionales no llegaran a un acuerdo para sustituir el Protocolo de Kioto, en el que se establecieron los objetivos de reducción de las emisiones internacionalmente vinculantes, que expiraron en 2012.
No obstante, hay algunos indicios alentadores. El Fondo Verde para el Clima empieza a recibir importante contribuciones, aunque todavía disten mucho de ser suficientes. La Unión Europea ha asumido últimamente compromisos y un plan sobre el clima, y Estados Unidos ha llegado a un acuerdo con China sobre los gases de efecto invernadero.
En un tono menos optimista, el Dr Rajendra Pachauri, presidente de Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, hizo una breve reseña de las últimas conclusiones científicas del Quinto Informe de Evaluación elaborado por 803 científicos y comentado por más de 150.000. Destacó que si los aumentos de la temperatura siguen siendo inferiores al objetivo de 2C° las emisiones de GEI tienen que disminuir entre un 40 y un 70% para 2050, en relación con los niveles de 2010, y llegar a niveles nulos o negativos en 2100. Y esos objetivos todavía se pueden alcanzar con las tecnologías existentes, pero después de 2015 tal vez no.
Como siempre, la finalidad de la IndustriALL es seguir la orientación de las conversaciones e insistir en que se tenga plenamente en cuenta en los debates la dimensión social de la sostenibilidad. Las consecuencias para la clase trabajadora, sus familias y las comunidades que dependen de ellas, las implicaciones para el alivio de la pobreza, el desarrollo, la salud humana y los derechos humanos no son cuestiones triviales, sino fundamentales para llegar a una solución aplicable.