11 noviembre, 2021El continente africano tiene el nivel más bajo en términos de poblaciones vacunadas contra la COVID-19 a nivel mundial. Los países afectados, a su vez, enfrentan un aumento de la renuencia a la vacunación y, en algunos lugares, ni siquiera hay personas dispuestas a recibir las pocas dosis disponibles, según los sindicatos de África subsahariana afiliados a IndustriALL Global Union.
Sin embargo, los sindicatos sostienen que esta renuencia puede revertirse mediante campañas de concientización y al proporcionar información educativa para contrarrestar la información falsa, principalmente proveniente de las redes sociales. Según los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades de la Unión Africana, solo el 5,8 % de la población del continente está vacunada.
El 10 de noviembre, los sindicatos se reunieron en línea para discutir las estrategias de salud y seguridad en el marco de la pandemia de COVID-19. Durante los debates se trataron las tensiones generadas por la renuencia a vacunarse, que podría aplacarse si el gobierno involucrara a los sindicatos en sus planes nacionales de vacunación.
En la reunión en línea, a la que asistieron participantes de 10 países que representan a los trabajadores en los sectores químico, metalúrgico, minero, textil y de confección, entre otros, se debatió la manera en la que los sindicatos participan en las campañas de vacunación y el respeto de los derechos de los trabajadores.
Según los sindicatos, la vacunación obligatoria propuesta por algunos gobiernos es una violación del derecho de los trabajadores a elegir. En cambio, prefieren una participación que persuada a las personas a vacunarse. Estableciendo similitudes con los primeros días de la pandemia del VIH y el SIDA, en los que había un estigma asociado con las pruebas, los sindicatos afirmaron que se pueden aprender lecciones de las estrategias que se utilizaron en ese entonces.
Durante la reunión, se informó acerca de algunas iniciativas sindicales destinadas a mejorar la salud y la seguridad. Rudi De Koker, del Sindicato Sudafricano de Trabajadores de la Industria Textil y de la Confección (SACTWU), dijo que el sindicato, con el apoyo de los empleadores, continuó brindando servicios de atención primaria de salud asequibles a los miembros a través de sus clínicas. El Departamento Nacional de Salud de Sudáfrica ha reconocido a las clínicas como parte de los sitios de vacunación contra la COVID-19 y como proyectos piloto para el seguro nacional de salud.
Otra estrategia que está funcionando para contrarrestar la renuencia implica esfuerzos conjuntos por parte de empleadores y sindicatos. Por ejemplo, Vacus Kun, del Sindicato de Trabajadores Unidos de Liberia (UWUL), informó que su sindicato está trabajando con ArcelorMittal en Liberia para promover la vacunación y que más del 80 por ciento de los trabajadores se han vacunado.
Además, los sindicatos afirmaron que la Organización Internacional del Trabajo necesita, sobre todo, actualizar sus recomendaciones prácticas para mantenerse al día con los avances.
“Tenemos convenios que están desactualizados, pero muchas cosas han cambiado. Necesitamos convenios que aborden nuestras realidades y desafíos actuales, incluida la pandemia de COVID-19”,
expresó Ousman Diop de SNTICS Senegal.
El Convenio 190 sobre la violencia y el acoso, que los sindicatos quieren ratificar, se destacó como un instrumento valioso para frenar el acoso y la violencia de género y para mejorar la seguridad en el trabajo.
Los sindicatos argumentaron que la salud y la seguridad siguen siendo el núcleo del trabajo sindical, y que sus miembros se unieron a ellos para lograr lugares de trabajo más seguros a través de convenios colectivos.
La mayoría de los países, incluidos Nigeria y Zimbabue, tienen leyes y reglamentos que promueven la salud y la seguridad. Sin embargo, según el Sindicato de Trabajadores de Diamantes y Minerales Afines de Zimbabue (ZDAMWU), la salud y la seguridad en las minas se está deteriorando debido al aumento de lesiones y muertes por accidentes causados por el incumplimiento de las empresas mineras.
“La salud y la seguridad laboral afectan a la mayoría de las actividades sindicales y son una herramienta útil para promover los derechos de los trabajadores, consolidar el poder sindical y poner fin a las condiciones de trabajo precarias. La salud y la seguridad también forman parte de la diligencia debida”,
declaró Glen Mpufane, el director de minería de IndustriALL.