20 mayo, 2016Los conflictos laborales en Maghreb Steel se han intensificado a tal punto que protestas pacíficas, que se realizaron los días 12 y 17 de mayo del año en curso, fueron reprimidas violentamente por la policía.
El Sindicato de Trabajadores Siderúrgicos de Maghreb, afiliado a la central sindical nacional Union Marocaine du Travail (UMT), realizó protestas pacíficas frente a las oficinas de los bancos que habían rescatado a la señalada compañía siderúrgica que actualmente enfrenta muchos problemas económicos. Los 630 trabajadores que participaban en las protestas fueron atacados por la policía, y varios trabajadores resultaron heridos.
Desde su fundación, en 1975, hasta marzo del año pasado, la empresa Maghreb Steel había logrado evitar la sindicalización de los trabajadores; sin embargo en marzo de 2015, trabajadores afiliados al UMT establecieron una oficina sindical. Este sindicato realizó su primera huelga en agosto de 2015, en defensa de algunos miembros despedidos por exigir un aumento salarial. Después de esto, gracias a una reunión de conciliación entre representantes de la empresa y del sindicato, se firmó una carta social y ética, por la cual la administración de la empresa se comprometió a respetar el derecho de sindicación de los trabajadores.
Sin embargo, la empresa no cumplió con sus compromisos, y en noviembre despidió a 7 trabajadores, incluidos los dirigentes del sindicato, dando por resultado una segunda huelga que comenzó en diciembre del año pasado. Se han multiplicado los ataques contra el sindicato, y en la actualidad la empresa está actuando en violación de la ley, negándose a pagar a los activistas sindicales, y contratando esquiroles para sustituir a los trabajadores en huelga, en violación del Código de Trabajo de Marruecos.
La Constitución de Marruecos garantiza la libertad de sindicación y el derecho de huelga, y el país ha ratificado los Convenios 98, 135 y 154 de la OIT. Estos convenios protegen el derecho de huelga y el reconocimiento a representantes de los sindicatos, promueven la negociación colectiva, y ofrecen protección contra el trato perjudicial a activistas sindicales.
Maghreb Steel es la única planta de Marruecos que produce las planchas de acero que se requieren para la producción de automóviles, y suministra acero a la planta de Renault en Tánger. La compañía también tiene bien avanzados planes para suministrar productos a PSA Peugeot Citroën, que va a construir una planta de montaje en el norte de Marruecos. IndustriALL cuenta con Acuerdos Marco Globales con estas dos empresas; estos acuerdos cubren toda la cadena de suministro, e IndustriALL tiene la intención de utilizarlos para presionar a la empresa.
La planta siderúrgica ha sufrido problemas económicos, y recientemente solicitó, a través del gobierno marroquí, medidas de protección contra el dumping.
Los trabajadores de Maghreb exigen lo siguiente:
- Vuelta al trabajo y reincorporación de todos sus militantes despedidos
- Que se retiren todas las acusaciones abusivas contra sus activistas
- Derecho de sindicación
- Que se inicie un diálogo y negociaciones de buena fe con el sindicato
Por su parte, Kemal Özkan, Secretario General Adjunto de IndustriALL, señaló:
“Apoyamos a los trabajadores de Maghreb Steel que luchan por restituir su dignidad y los derechos sindicales fundamentales que reclaman. Hemos escrito a la empresa, al gobierno marroquí y a los clientes de la compañía para manifestar nuestra consternación por esta conducta, y exigimos que la empresa reconozca al sindicato y reincorpore a los activistas que fueron despedidos”.