11 julio, 2023IndustriALL Global Union e industriAll Europe reiteran su llamado a la Unión Europea (UE) para que deje de respaldar el proyecto MADE in Myanmar, que en la práctica financia a la junta militar, y retire las preferencias arancelarias otorgadas a este país en el marco del Sistema de Preferencias Generalizadas. Los ciudadanos y los fondos públicos de la UE no deben ser utilizados en beneficio de la junta militar, así como tampoco ser asociados con un proyecto financiado por la UE en el que los trabajadores son amenazados, despedidos o arrestados sin motivo. Lea el comunicado completo.
Desde IndustriALL Global Union e IndustriAll European Trade Union, como representantes de trabajadores y trabajadoras de las industrias minera, energética y manufacturera de todo el mundo, nos vemos en la obligación de ponernos en contacto nuevamente con ustedes en relación con el apoyo de la UE al proyecto MADE in Myanmar (Alianza Multipartita para el Empleo Decente en la Industria de la Moda de Myanmar) tras los recientes arrestos de trabajadores vinculados con dicho proyecto.
Acusamos recibo de la carta de Mario Ronconi, en nombre de la Comisión Europea, de fecha 28 de junio de 2023. Sin embargo, cuestionamos varios de los puntos importantes mencionados en esta misiva, y creemos que es de suma importancia informar a los líderes de las tres instituciones de la UE sobre el abuso constante de los trabajadores en Myanmar, así como los vínculos con la participación y la financiación de la UE en el país. La presencia de marcas europeas en Myanmar proporciona divisas vitales que alimentan al régimen militar y le facilitan la compra de armas, municiones y combustible.
Desde nuestra última carta, los militares han arrestado a ocho trabajadores de dos fábricas de ropa y a dos miembros de una ONG sindical, Action Labour Rights. Esto es extremadamente preocupante, ya que Action Labour Rights es una organización que coopera con la UE, las marcas con sede en Europa y el proyecto MADE in Myanmar. Los arrestos de estos activistas sindicales demuestran que dicho proyecto no los protege de la junta militar y que la libertad sindical no es posible en Myanmar.
Despidos, amenazas y arrestos en la fábrica de ropa Hosheng Myanmar
El 10 de junio de este año, siete trabajadores de la fábrica de ropa Hosheng Myanmar, ubicada en Yangon, fueron despedidos por exigir que el empleador negociara con ellos acerca de las condiciones de trabajo. También reclamaban un aumento salarial basado en una mejora de las competencias profesionales y en las bonificaciones por antigüedad, ya que el salario es muy bajo. Hosheng produce para una de las marcas más grandes del mundo, Zara. El 12 de junio, alrededor de 600 trabajadores de la fábrica se declararon en huelga para exigir la reincorporación de los siete trabajadores. Sin embargo, la huelga se interrumpió abruptamente: el 13 de junio, la empresa llamó al Ejército para amenazar al personal.
El 14 de junio, los siete miembros del personal que lideraban la demanda de un aumento salarial, Ma Aye Thandar Htay, Ma Thandar Htay, Ma May Thu Min, Ko Aung Aung, Ko Ye Naing, Ko Ye Thwe Hlaing, fueron despedidos, y una de sus dirigentes, Ma Thu Thu San, fue arrestada. Posteriormente, otros cinco trabajadores fueron detenidos y uno se vio obligado a esconderse. Estos trabajadores fueron acusados de incitación en virtud del artículo 505/a del código penal de Myanmar, y se enfrentarán a un tribunal militar, ya que las zonas industriales se encuentran bajo la ley marcial. No se ha podido contactar a Ma Thu Thu San desde su arresto y cada vez preocupa más su seguridad.
Además, el 26 de junio, el secretario general de la Federación de Sindicatos de la Industria Artesanal y de Servicios de Myanmar (MICS-TUSF) debía ser puesto en libertad tras cumplir dos años de prisión por su participación en el movimiento en favor de la democracia. En lugar de ser liberado, fue secuestrado por los militares. Su paradero sigue siendo desconocido.
Desde el inicio del golpe militar, más de 300 sindicalistas y activistas han sido detenidos, y más de 50 han sido asesinados. La junta militar ha prohibido casi todos los sindicatos, por lo que ha eliminado, en la práctica, el derecho fundamental a la libertad sindical. Un oficial militar, dirigiéndose a los trabajadores de Hosheng, incluso declaró que “no puede haber sindicatos bajo la ley marcial”.
La carta de la Comisión Europea del 28 de junio afirma lo siguiente:
“Los sindicatos todavía existen legalmente a nivel de fábrica y federación, y las organizaciones comprometidas con el apoyo de los derechos laborales continúan operando en el país. Sin embargo, no pueden funcionar normalmente debido a los riesgos de seguridad y reputación derivados de la compleja y polarizada situación política. MADE tiene como objetivo respaldar su resiliencia y capacidad para dialogar con las empresas y resolver disputas”.
Después del golpe militar, se prohibieron 16 de los sindicatos y ONG sindicales más representativos y democráticos. Posteriormente, con el apoyo de MADE, organizaciones como Action Labour Rights han intentado llenar ese vacío.
Sin embargo, frente a los despidos, amenazas y arrestos sufridos por los trabajadores y activistas sindicales de estas organizaciones, que están oficialmente autorizadas, no vemos cómo MADE está respaldando su resiliencia y capacidad para entablar diálogos con las empresas y resolver disputas.
Por el contrario, MADE ofrece una falsa sensación de seguridad que es peligrosa para quienes están en la primera línea de las disputas laborales. Tampoco ofrece ninguna protección a los representantes de los trabajadores, y dar esa impresión hace que la UE sea parte del problema, en lugar de parte de la solución.
Resolución del Parlamento Europeo (11 de mayo de 2023)
Nos comunicamos con los eurodiputados antes del debate y la votación de la Resolución sobre Myanmar del 11 de mayo de 2023, y nos complació ver un importante respaldo de todos los partidos hacia la resolución final, que incluye las siguientes demandas:
8. Pide a la Comisión que demuestre que el régimen “Todo menos armas” no beneficia a la junta o que, en caso contrario, se retire temporalmente el mecanismo;
9. Pide a la Unión que demuestre que toda forma de compromiso con Myanmar/Birmania, también por parte de las empresas privadas y las empresas con sede en la Unión, como MADE, está sujeta a procesos reforzados de diligencia debida en materia de derechos humanos para proteger y garantizar los derechos de los trabajadores.
Por consiguiente, ahora esperamos que la Comisión Europea presente pruebas concretas de que el régimen “Todo menos armas” no beneficia a la junta militar (incluso a través de las divisas) y que MADE está fortaleciendo la diligencia debida en materia de derechos humanos, tomando nota de los recientes despidos, ataques militares y arrestos de activistas sindicales vinculados al programa.
La OIT y la Conferencia Internacional del Trabajo
Como es de su conocimiento, la terrible situación que enfrentan los trabajadores en Myanmar se ha intensificado a nivel internacional, por lo que la OIT adoptó una resolución de emergencia en la Conferencia Internacional del Trabajo y decidió establecer una Comisión de Investigación. Seguiremos atentamente la investigación y participaremos en ella, y esperamos que toda la comunidad internacional responda a sus hallazgos como es debido.
Frente el deterioro de la situación en Myanmar para los trabajadores y activistas sindicales, incluidos aquellos que participan en el proyecto MADE apoyado por la UE, insistimos en que la UE elimine las preferencias arancelarias bajo el Sistema de Preferencias Generalizadas, así como su apoyo al proyecto MADE. Los ciudadanos y los fondos públicos de la UE no deben utilizarse en beneficio de la junta militar, así como tampoco asociarse con un proyecto financiado por la UE en el que los trabajadores son amenazados, despedidos o arrestados sin motivo.
En nombre de los trabajadores y los sindicatos en Myanmar, exigimos reuniones urgentes con cada una de las instituciones de la UE.