20 octubre, 2015La protección de la maternidad es importante para los derechos humanos fundamentales y la igualdad de género, y forma parte del programa de trabajo decente: En todo el mundo, sólo 29 países han ratificado el Convenio núm. 183 sobre la protección de la maternidad de la Organización Internacional del Trabajo.
La protección de la maternidad es esencial para proteger la salud de las mujeres y de los niños. Las mujeres necesitan prestaciones en metálico que les permitan atender sus necesidades durante el permiso de maternidad. De otro modo, vuelven al trabajo demasiado pronto, poniendo en peligro su propia salud y la de su bebé.
ONU Mujeres estima que sólo el 28 por ciento de las mujeres empleadas en el mundo gozan en la práctica de algún permiso de maternidad pagado. Normalmente, las trabajadoras precarias no tienen derechos de maternidad y carecen por tanto de permiso de maternidad. Sólo las trabajadoras permanentes tienen esa protección.
Sin embargo, a las mujeres se les obliga a menudo a formar promesas de que no quedarán embarazadas en dos años, cinco años, etcétera. Tampoco es insólito que las mujeres aborten para mantener su empleo o para convertirse en trabajadoras permanentes, como se dijo de la India. A las mujeres se las somete aún a pruebas de embarazo para contratarlas, aunque esto sea casi siempre ilegal.
El permiso de maternidad está con frecuencia regulado por ley, pero la ley no siempre se aplica. En Marruecos, tan pronto como el empleador tiene conocimiento de que las mujeres están embarazadas son muchas veces despedidas. Las trabajadoras migrantes embarazadas en la industria de la confección jordana son excluidas. En Camboya, las mujeres se reincorporan demasiado pronto al trabajo porque necesitan el dinero, arriesgando su propia salud y la del bebé. Aunque existan leyes, en la práctica los obstáculos impiden a las mujeres hacer valer sus derechos.
La negociación colectiva es un buen instrumento para mejorar los derechos de maternidad, además de la legislación. SEM, el afiliado a la IndustriALL en la India, por ejemplo, logró mejorar el permiso de maternidad de la disposición legal en L’Oreal. No obstante, es preciso formar a más mujeres, y que participen como negociadoras a fin de evitar que las demandas de las mujeres se descarten en las negociaciones. Las preocupaciones de las mujeres deben figurar entre los primeros puntos del programa de negociación colectiva. Y, además, los sindicatos, que siguen dominados por los hombres en la mayoría de los casos, tienen que empezar a negociar otras cuestiones, y no sólo la remuneración.
Es importante ampliar el permiso de paternidad o parental para lograr una igualdad significativa. De otro modo, los empleadores seguirán discriminando contra las mujeres en edad fértil.
Las prestaciones de maternidad deben financiarse con cargo a la seguridad social u otros fondos públicos. El permiso de maternidad debe ser como mínimo de 14 semanas, y el permiso de paternidad o parental se debe acondicionar de tal manera que pueda compartirse entre los padres. Hay que cubrir a los trabajadores informales, contratados y precarios. En general, tenemos que luchar por políticas públicas de protección de la maternidad y lograr que la sociedad asuma la responsabilidad de la maternidad. Garantizar la protección de la maternidad figuraba entre los principales puntos del programa de la carta de igualdad adoptada en septiembre en la Conferencia Mundial de la Mujer de la IndustriALL.