21 febrero, 2023Algunas empleadas de Barutçu Tekstil perdieron sus empleos luego de unirse a su sindicato local. Como respuesta a este despido, las nueve trabajadoras perjudicadas formaron un piquete frente a la fábrica. Más de 100 días después, algunas de estas mujeres, junto con algunos funcionarios sindicales que las acompañaban, sufrieron un envenenamiento por amoníaco mientras se manifestaban en el lugar.
La dirección de Barutçu Tekstil, ubicada en Bursa, sigue intimidando a quienes se atrevan a afiliarse a un sindicato. Los encargados de producción y recursos humanos declararon que nunca se permitirá la representación sindical en la empresa, y que se rescindirán los contratos de trabajo de cualquier persona que intente sindicalizarse.
El 30 de enero, algunas trabajadoras despedidas y funcionarios sindicales de Oz Iplik-Is, afiliado a IndustriALL, sufrieron una exposición a amoníaco liberado al aire desde tanques que habían quedado abiertos cerca de la manifestación. Once personas mostraron signos de envenenamiento y fueron hospitalizadas.
Los representantes sindicales sospechan que el incidente fue deliberado, y actualmente se está investigando el caso.
Algunos de los compradores de la planta llevaron a cabo una inspección y acordaron un plan de acción correctiva, que incluía la reincorporación de las sindicalistas despedidas. Sin embargo, la dirección de la empresa sigue negándose a reincorporar a las trabajadoras y a reconocer al sindicato. IndustriALL se ha puesto en contacto con más marcas que se abastecen de la planta para instarlas a realizar la diligencia debida con respecto a este proveedor.
El 3 de febrero, día 110 de la huelga, el comité de mujeres del Sindicato Unido de Trabajadores Metalúrgicos (BMIS) visitó a las trabajadoras de Barutçu Tekstil para demostrar su solidaridad. El comité pidió al empleador que respetara el derecho de las trabajadoras a afiliarse a un sindicato y que las reincorporara inmediatamente.
“Nuestra lucha como trabajadoras no es solo contra el empleador, sino también contra el patriarcado. Ustedes se sindicalizaron para mejorar sus condiciones y para alzar su voz contra las extensas jornadas de trabajo, la discriminación, el acoso y la intimidación. El empleador respondió despidiéndolas. Creemos que podemos cambiar nuestras vidas y el mundo a través de la solidaridad entre las mujeres. En esta lucha, estaremos con ustedes hasta que salgan victoriosas”,
expresó Meltem Yıldız, integrante del comité de mujeres del BMIS, mientras se dirigía a las mujeres en el piquete.
“No queremos bajos salarios, no queremos acoso. Es por eso que hemos estado manifestándonos durante más de 100 días y estamos preparadas para luchar hasta que ganemos. Apreciamos que hayan venido desde Estambul para demostrar su solidaridad con nosotras”,
declaró Emine Varol, una de las sindicalistas en huelga.
En una carta conjunta enviada a la empresa el 13 de febrero, IndustriALL, junto con industriAll Europe, exhortó a la dirección de la empresa a reincorporar a las trabajadoras despedidas y entablar un diálogo de buena fe con Oz Iplik-Is.