22 enero, 2021En 2012, se creó el sindicato haitiano Groupement des Travailleurs (euses) du Textile pour la Réexportation d'Assemblage (GOSTTRA), organización afiliada a IndustriALL, con un amplio programa para organizar a los trabajadores/as de la confección y desarrollar el poder sindical.
PERFIL Global Worker No. 2 noviembre 2020 | |
Texto: Laura Carter País: Haití Sindicato: Groupement des Travailleurs et Travailleuses du Textile pour la Réexportation d’Assemblage (GOSTTRA) |
En los últimos ocho años, este sindicato recién creado casi ha duplicado su membresía, representando actualmente a 2.300 trabajadoras y trabajadores en once fábricas. Sin embargo la actitud hostil de los empleadores, junto con la política del gobierno que se caracteriza por no proteger los derechos de los trabajadores/as, constituyen en este momento significativos factores que impiden a nuestra afiliada haitiana (GOSTTRA) aumentar el número de sus afiliados, precisamente cuando los trabajadores/as de la confección haitianos requieren con mayor urgencia contar con sindicatos fuertes.
En efecto, los trabajadores/as de la confección de Haití enfrentan un futuro incierto. En la actualidad, aproximadamente un 33% de los 57.000 trabajadores/as de la confección del país se encuentran suspendidos o despedidos de sus labores y, a pesar de las promesas, aún no han recibido compensación alguna del gobierno. No obstante las fuertes protestas de GOSTTRA y de otros sindicatos, aquellos trabajadores/as que aún se hallan laborando tienen turnos reducidos en fábricas inseguras que carecen incluso de las más básicas medidas de prevención para evitar la propagación del coronavirus en la fuerza de trabajo.
Décadas de políticas económicas destinadas a atraer inversión extranjera, incluyendo restricciones salariales, producción libre de impuestos y exenciones fiscales por 15 años para empresas ubicadas en zonas francas, han dejado a la fuerza de trabajo al borde de la miseria y han quitado al gobierno los ingresos fiscales necesarios para crear sistemas de protección adecuados de atención médica y seguridad social.
Por su parte, Reginald Lafontant, secretario general de GOSTTRA, advirtió que:
"Aun antes de la pandemia, los trabajadores y trabajadoras ya no daban más, sin ahorros a que pudieran recurrir; de hecho, en su mayoría ya estaban endeudados de antes que estallara la crisis".
Una encuesta realizada el año pasado por el US Solidarity Center demostró que el salario mínimo por una semana de 48 horas cubría menos de una cuarta parte del monto que los trabajadores/as necesitan para mantenerse adecuadamente a sí mismos y a sus familias.
En Haití, los trabajadores y trabajadoras de la confección enfrentan apuros diariamente por los sueldos miserables, y la situación ha empeorado a medida que los precios de los alimentos se han disparado.
Para mayor frustración de GOSTTRA, el gobierno parece sufrir de una terrible insensibilidad ante los gravísimos problemas que enfrenta la fuerza de trabajo del país. En una reciente reunión con sindicalistas, el Presidente Jovenel Moïse se negó rotundamente a reconocer las demandas de un aumento del salario mínimo. Moïse señaló:
“Hay que ver cuanta presión recibo de todos los sectores. Los empleadores me piden que baje los salarios”.
Lafontant hizo una lista de los gastos diarios que incurren los trabajadores/as de la confección y se la entregó al presidente. Demostró con esa lista cómo se gasta todo el salario mínimo diario de 500 gourdes de un trabajador o trabajadora aun antes de que retorne a su casa.
“Un trabajador o trabajadora suele salir de casa a las 5 de la mañana y no llega hasta las 7 de la noche. El transporte desde y hacia la fábrica cuesta unos 150 gourdes. Una comida frente a la puerta de la fábrica cuesta 75 gourdes; un almuerzo modesto vale otros 155 gourdes más; un par de refrescos en el transcurso del día costará 120 gourdes, y eso es, ya no queda nada del salario mínimo. Entonces, ¿cómo se supone que hemos de sobrevivir? "
A los empleadores no les basta con pagar miserables salarios mínimos: además suelen engañar a su fuerza de trabajo. Durante el verano, dos trabajadores murieron después de negarles tratamiento en el hospital porque su empresa no había remitido las cotizaciones de seguridad social que se descuentan de sus salarios. Este lamentable e inhumano incidente provocó varias semanas de protestas en la fábrica.
Los empleadores están tomando medidas drásticas contra los dirigentes sindicales de GOSTTRA que intentan defender los intereses de sus miembros. Cientos de dirigentes y miembros sindicales han sido despedidos tras protestas por el trato patronal injusto a que son sometidos.
La industria de la confección en Haití