17 julio, 2023La ONG italiana Italia-Birmania Insieme, que trabaja con los sindicatos CTUM e IWFM, declarados ilegales en Myanmar, presentó una queja ante el PNC de la OCDE en Italia contra varias marcas de ropa, como Love Moschino y OVS, que todavía producen en este país a pesar de sus incesantes ataques contra los derechos laborales.
Desde el golpe militar de febrero de 2021, la junta militar ha prohibido a los sindicatos y perseguido a los activistas sindicales. Los derechos laborales son vulnerados permanentemente, por lo que es imposible ejercer la diligencia debida en el país.
Como respuesta a esta situación, la CGIL, la CISL, la UIL e Italia-Birmania Insieme, que apoyan el reclamo de sanciones económicas integrales y una salida responsable de Myanmar, presentaron una queja en el Punto Nacional de Contacto (PNC) en Italia. Los PNC tienen la responsabilidad de ayudar a resolver las quejas relativas a presuntas infracciones de las Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales.
Khaing Zar, presidenta de la IWFM, afiliada a IndustriALL, expresó:
“Los derechos fundamentales en el trabajo han sido violados desde el comienzo del golpe y estamos tomando medidas para contrarrestar la falta de cooperación de las marcas que insisten en permanecer en Myanmar. Muchas marcas se esconden detrás del apoyo de la Unión Europea a través del programa MADE in Myanmar. En la práctica, este proyecto encubre el espacio que la UE le brinda a falsos sindicatos y procesos de diálogo social”.
En septiembre de 2021, el 3.er Congreso de IndustriALL adoptó una resolución de emergencia en apoyo de la democracia en Myanmar, en la que reclamó sanciones integrales amplias contra la junta militar.
“La queja que nuestros afiliados italianos presentaron al PNC es una de las numerosas vías que utilizamos tras la resolución del Congreso”,
declaró Atle Høie, secretario general de IndustriALL.
“En otros países y contra otras marcas, utilizamos diferentes mecanismos para obtener los mismos resultados. La libertad sindical no es posible en Myanmar; toda actividad realizada en este país va a parar a los bolsillos de la junta militar”.